domingo, 23 de agosto de 2020

NO SE PERDONA LA SOBERBIA EN ESPAÑA

INTRODUCCIÓN

Una de las políticas más valientes e inteligentes de España, Cayetana Álvarez de Toledo, acaba de ser estigmatizada y silenciada dentro de su propio partido. No han faltado los carroñeros de turno para darse un festín con el cadáver de tan valiente y excelente intelectual.

UN CARROÑERO

Pues sí, el mamporrero y lameculos Marhuenda (periodista) se ha permitido la bellaquería de hacer leña del árbol caído y de dar lanzada a moro muerto, como gusta a la generalidad de todos los resentidos, mediocres y aristófobos de las Españas.

El problema de CAdT, sin embargo, no es ser soberbia, sino ser inteligente y estar muy segura de sí misma. Terribles pecados. De hecho, el único problema de CAdT es no poder evitar dejar a todos sus oponentes en el más espantoso de los ridículos. No es que ella pretenda, como aseveran los mindundis como Marhuenda, mostrarse soberbia, sino que "soberbia y altiva", prepotente y repelente es como la VEN quienes no tienen alturas de miras. 

¿Qué culpa tendrá CAdT de que la biogenética la haya dibujado así, mejor y mucho más excelente que la media de los pobres mortales?

¿Acaso tenía la culpa Jessica Rabit, como ella misma señalara, de que la dibujaran tan voluptuosa y tremendamente seductora?

¿Tenía la culpa el Aquiles interpretado por Brad Pitt de ser un tío buenorro y, además, el mejor guerrero entre los griegos?

LA ARISTOFOBIA ESPAÑOLA

Pero, aquí quería llegar, al desprecio prepotente que legitima a los "envidiosos igualitaristas" a arremeter, siempre, contra todo lo que sea mejor (aristos) y más excelente.

Para Heráclito "uno era como miles si era el mejor", pero para nuestra casta política y nuestros individuos-masa, que no ciudadanos, una rata cualquiera, cínica y artera, puede llegar a convertirse en dios.

En nuestras aulas debería ser de lectura obligatoria "La envidia igualitaria", de Fernández de la Mora. Y, sobre todo, debería leerse a Ortega y sus tesis sobre el carácter aristófobo de las masas españolas. 

Cuando Ortega se refirió despectivamente al marxismo y sus derivados como "Pseudomorales eslavas", lo hizo con verdadero conocimiento de causa. Pero si ustedes son de los que opinan que Ortega era un "facha", echen mano de Bertrand Russell y creanle cuando aseveró que el marxismo era una suerte de "pseudofilosofía", es decir, añado yo, una moral hemipléjica que en vez de diferenciar entre clases de personas (Ortega) hacía hincapié en las diferencias entre clases sociales.

Pero la realidad, terca y obstinada, desmiente a la pseudomoral marxista, como ha desmentido, con el paso del tiempo, aquella manida proclama del infame Carrillo que sostenía que "ser trabajador y de derechas era propio de tontos" , o de "palerdos", como diría ahora algún "licenciao".

Un trabajador humilde puede ser, al tiempo, un individuo miserable ebrio de resentimiento y revanchismo, como ha demostrado Podemos. Pero también puede darse un trabajador humilde que esté lleno de orgullo de ser quien es y orgulloso de la nación a la que pertenece, como ha demostrado la realidad de VOX.

Es un problema de clases de personas, señores, como ya señaló Ortega. Y no olvidemos que, donde más se ha querido y admirado a Cayetana, su inteligencia y su valentía,  ha sido entre las filas de VOX.

Desde las izquierdas, y salvo alguna honrosa excepción (Félix Ovejero), lo más suave que le han dicho a Cayetana ha sido "faltona". Y, a partir de ahí, cualquier calificativo despectivo ha servido para ridiculizar y despreciar a Cayetana, de la misma manera que en España, y durante demasiado tiempo, lleva ridiculizándose y despreciándose el mérito y la excelencia.

domingo, 16 de agosto de 2020

IZQUIERDAS REACCIONARIAS vs ILUSTRADAS (parte II)

PEDRO INSUA, EL MANIQUEÍSMO Y LAS BUENAS IZQUIERDAS

Hace unos días elaboré una reflexión a cuenta de la diferencia entre "izquierda reaccionaria"e "izquierda Ilustrada". Ahora toca hablar de Pedro Insua, que insiste en el empeño,en su columna de El mundo, de ahondar en dicha diferenciación.

Pareciera que el sentido último de los escritos de la generalidad de nuestros ilustrados y "leídos marxistas" fuese salvar y diferenciar a las "buenas" izquierdas de las malosas izquierdas progres, reaccionarias o indefinidas.

Decía Insua, hace unos días, que el discurso de VOX era maniqueo por meter a todas las izquierdas en el mismo saco. Con esta intervención se apuntaba Insua a la moda de "salvar a la izquierda buena"; intentándonos convencer de que NO todas las izquierdas le han hecho el caldo gordo a los particularismos nacionalistas. 

Pero Insua yerra, miente arteramente o en verdad cree que la prepotente y supremacista "moral marxista" puede ser absuelta de sus muchos pecados.

Se trata, como viene sucediendo desde que los pensadores de la escuela de Frankfurt enmendaran al marxismo, a través de la teoría crítica, de rescatar lo que de justo y bueno pudiera contener la teoría de Marx.

Tal es la tarea que siguen acometiendo, hoy, las izquierdas ilustradas, las que insisten, como Insua, en diferenciarse de las izquierdas reaccionarias, de "las malas izquierdas".

Decía Félix Ovejero, en un magnífico artículo que yo consideré falto de perspectiva orteguiana, que las izquierdas malosas (progres, reaccionarias, indefinidas...) actuaban contra España por considerar que toda política contra la nación común se consideraba, al tiempo, antifranquista.

Pero Félix Ovejero no explicó que las "izquierdas ilustradas", si bien no apoyan abiertamente políticas "contra España" (al estilo podemita), sí están siempre al acecho para señalar, denunciar y estigmatizar a todos aquellos que defiendan políticas "a favor de España; y, sobre todo, siempre se muestran recelosas, cuando no descaradamente beligerantes (Sampayo, Espada, Arteta, Ruíz Zamora...) contra quienes se exhiben orgullosamente españoles. Todos contra VOX.

¿Recuerdan la defensa del "patriotismo constitucional" de Mikel Arteta recomendando no mostrar orgullo por el hecho de ser español?

Pues bien, VOX no miente, ni, por lo tanto, peca de MANIQUEÍSMO (acusación de Pedro Insua).

Todas las izquierdas en España, directa o indirectamente, nos han traído a la triste realidad de ruina y podredumbre moral en la que estamos inmersos. Los hunos (las izquierdas reaccionarias) porque declararon abiertamente la guerra a la razón de ser española, y los "hotros" (las izquierdas ilustradas) porque se cuidaron mucho, desde siempre, de dejar a la nación sin "anticuerpos"; sin opciones, políticas y/o ideológicas, que pudieran frenar al comunismo infecto.

A un ente orgánico, pongamos por ejemplo una nación, se le puede matar de dos maneras: asesinándolo al estilo bolchevique, por las bravas, o despojándole de defensas (valores, creencias, orgullo...) para dejarle agonizar lentamente, como han hecho las izquierdas ilustradas durante décadas en España. Por eso nuestros Mikel Arteta,  Arcadi Espada, Sampayo, Ruíz Zamora... nunca vieron con buenos ojos la vital y necesaria vacuna de VOX.

Todas las izquierdas, por tanto, y como bien argumenta VOX, son culpables de que España haya sido destruida.

No olvidemos, tampoco, mencionar al PP como un partido más que, en las últimas décadas, se ha conducido como un representante más de nuestras izquierdas ilustradas; un partido que, si bien no ha actuado directamente contra España, sí ha impedido articular políticas operativas que defendieran la integridad de la nación y la igualdad efectiva y real entre TODOS los españoles.