INTRODUCCIÓN
No hace mucho, en otra de mis reflexiones, critiqué duramente la ideología supremacista del actual femimarxismo que, imparable, está enraizando en la sociedad española a través de la legitimidad que le otorga el poder institucional.
Sí, en España ya tenemos un Ministerio de Igualdad que, en realidad, no es otra cosa que un ministerio al servicio de la causa femimarxista; un ministerio pagado por todos los españoles para atentar contra los derechos y libertades de los hombres españoles. Así están las cosas.
EL ODIO PERMITIDO
Después de implantar una ley inconstitucional, como la ley de Violencia de Género, el femimarxismo no puede por menos que regocijarse ante semejante logro: haber convertido a todos los varones, de hecho y con la ley en la mano, en culpables tan sólo por haber nacido hombres.
Después de semejante atropello a la ley y la justicia, legitimando el odio y el desprecio al varón (siempre violador y maltratador), no ha resultado difícil que las dogmáticas femimarxistas se estén despachando a gusto mostrando al desnudo sus más execrables y despreciables miserias morales. Y con total impunidad.
Ya comenté el caso de la profesora de instituto que explicó a toda su clase, segura de su "verdad", que los niños varones deberían ser castrados al nacer. Pero lo más grave, en mi opinión, es que este odio visceral y patológico está normalizándose, mostrándose públicamente como algo natural que ya no causa revuelo ni indignación.
Por ejemplo, el otro día, en First Dates (programa de TV), una joven lesbiana de 18 años, después de manifestar entre risas que el sexo masculino le daba asco, añadió que los hombres deberían ser exterminados, un poquito al menos, añadió intentando quitarle hierro al asunto.
Y el asunto, el grave asunto, era que aquella aprendiz del dogmático femimarxismo podía darse el lujo de mostrar todo su odio y desprecio al varón como algo natural, incluso "chistoso", sin que nadie se rasgara las vestiduras por ello.
¿Qué hubiese sucedido si un chaval, un hombre cualquiera, hubiese dicho públicamente que las mujeres deberían ser exterminadas, un poquito?
POCA BROMA
A estas "locas del coño", como las define mi madre, hay que tomárselas muy en serio. Poca broma con lo que está sucediendo.
Al principio, todo el mundo se descojonaba del lenguaje inclusivo y hacía mofa de estas locas y sus "todos, todas y todes". Ahora son legión.
No ha mucho, otra de estas locas, emulando a Bruno Bettelheim, nos explicaba que el cuento de la Sirenita legitimaba la mutilación genital femenina, y que Caperucita, en realidad, había sido violada.
Casi al mismo tiempo, otra de estas iluminadas proclamaba que el pene masculino era un arma para someter a la mujer. Y suma y sigue...
La sociedad, tal parece que anestesiada, no le presta la suficiente atención a estas "locas del coño". Craso error.
Bruno Bettelheim fue un psicoanalista, es decir, un hermeneuta que se hizo famoso por deconstruir los cuentos infantiles según los postulados del psicoanálisis. Ahora, una tal Sandra Sabatés hace lo propio, pero deconstruyendo los cuentos infantiles a partir de la hermenéutica victimista y resentida de la ideología femimarxista.
Hay que tomarse muy en serio esta nueva ideología femimarxista, conciencia supremacistaal cabo, que pretende interpretar la realidad según los postulados, argumentos y fundamentos, de su "verdad sentida".
La gente siempre olvida a Hegel y olvida cómo funciona la dinámica de la conciencia. Pero Marx supo ver la verdad que se escondía en Hegel: cómo el pre-ser (que solo es un modo de ser en la conciencia) puede devenir un modo de ser en el ex-sistere, en el mundo exterior, con tan sólo obligarnos a transformar operativamente la sociedad según los sueños del poeta de turno.
Y si Marx supo comprender a Hegel, no cabe duda de que el femimarxismo, que no feminazismo, ha hecho suya la dialéctica marxista, sustituyendo la lucha de clases por una nueva dialéctica de lucha de sexos.
Y esta nueva dialéctica de sexos es mucho más peligrosa que la de clases, porque no solo enfrenta a la mujer contra el hombre, sino que rompe el núcleo familiar enfrentando a la hija contra el padre y a la hermana contra el hermano. Y este sueño esquizofrénico del actual femimarxismo ya está transformando las sociedades occidentales.
Atención, porque ya está sucediendo, niñas que crecen temiendo al varón; que están aprendiendo a despreciarlo y a odiarlo; niñas que se autodefinen como lesbianas porque los hombres les repugnan; niñas que recelan y sospechan de las muestras de afecto de sus propios padres, porque estos, en tanto que hombres, son susceptibles de ser unos peligrosos pervertidos.
Está sucediendo. Y nadie hace nada.
Buenos dias
ResponderEliminarSecta, la secta, y esta es como las otras milenaristas han ganado o bien estan a punto de ello
Han conseguido que los preceptos de la desigualdad llegue incluso a la Ley, y a la practica juridica, y comento el caso practico de una pareja, el y ella, en Zaragoza y a la salida de un bar de copas se sacudieron unos guantazos. Al final la sentencia final dijo 6 meses para el, y 3 para ella, por aplicar dos leyes diferentes al mismo hecho
Muy ironicamente habra que agradecer la dosis de realidad que D Wladimir ha dado al mundo al hacer una maldita guerra, y demostrar que el orden social por el sentimentalismo, el postureo, el ombligismo social, frente al poder, al duro poder de la fuerza no sirve.
Y aprovecho la ocasion para recomendar el articulo de Perez Reverte sobre los hombres. Venia a comentar los hechos de Ucrania, las mujeres poniendose a salvo con los hijos, y los hombres..............como siempre ha pasado en la Historia, al frente y a las trincheras
Todos los milenarismo pseudo progres son responsables de la actual situacion. ¿ o es que D Wladimir se hubiera atrevido a atacar si Alemania tuviera su independencia eneregetica?
En fin, a vivir en estos tiempos
Saludos
Jose
Hola José
ResponderEliminarSí, no tenemos más remedio que vivir en estos tristes tiempos.
Al final, como bien señalas, las mujeres y los niños huyen de las guerras, pero los hombres son obligados a tomar las armas para morir.
Pero, fíjate que, incluso siendo ésta la realidad, al comienzo del conflicto ruso-ucraniano, alguna femimarxista (cuyo nombre tengo a bien no recordar) no tardó en proclamar, henchida de su verdad sentida, que "las mujeres eran las principales víctimas de una guerra".
Todo este sinsentido sería motivo de risa y mofa, si no fuese porque a día de hoy en todo pueblecito de España, por pequeño que sea, podemos encontrar el correspondiente chiringuito femimarxista organizando talleres y cursos de odio y desprecio contra el varón; cursos pagados con el dinero de todos los españoles, incluidos esos hombres malvados que mueren en los andamios de una obra, en un barco pesquero, en una mina o, llegado el caso, en una guerra.
¡Hay que joderse!
Un saludo, por cierto.
ResponderEliminarBuenos dias
ResponderEliminarY ahora digame: ¿ quien se arriesga a mantener una relaccion de noviazdo estable, como el clasico, de conocerse, conocer a la abuelita, ir a a hacer meritos en las comidas de domingo, y conocer ( sin excederse ) a las amigas de la novia?
¿ Que " chico" esta dispuesto a hacer lo mismo de su papa y abuelo en los tiempos de hoy?
¿ quienes, chico y chica, estan dispuesto a entablar una amistad, con vista a futuro y con la intencion, si sale bien de montar una familia ?
y una ultima pregunta: ¿ esta Ud seguro que el feminismo esta a favor de la mujer ?
Cordiales saludos
Jose
Hola José
ResponderEliminarMe preguntas si el femimarxismo está a favor de la mujer.
Te contesto: el femimarxismo está a favor de la mujer de la misma manera que el comunismo está a favor de los trabajadores.
Ambos supremacismos, femimarxismo y comunismo, como las ideologías supremacistas y dogmáticas que son, acaban destruyendo y hundiendo en la miseria aquello que dicen defender. Así de simple.
Un saludo cordial
Hola, Herrgoldmundo
ResponderEliminarCon el feminismo ocurre lo mismo que con la izquierda, a saber, que se tiende a sustantivarlo como si se tratara de un bloque monolítico. No existe “la” izquierda, sino las izquierdas, como no existe “el” feminismo, sino los feminismos. Cuando alguien dice que es de izquierda ( como si por ello quedara ya definido) nos tendría que aclarar a qué “especie” pertenece: izquierda jacobina, liberal, anarquista, comunista, socialdemócrata o maoista. Y lo mismo cabría esperar de los feminismos.
Podríamos hablar del feminismo de la igualdad ( lo dejaré para el final) y del feminismo de la diferencia.
El feminismo de la diferencia considera que el hombre y la mujer constituyen dos formas diferentes de ser. Y esas diferencias en el ser conllevan o comportan diferentes valores. Ser hombre comporta como valores asociados la agresividad, la lucha, la competencia, el poder, etc, mientras que ser mujer comporta la solidaridad, el cuidado, la donación o la entrega. Pues bien, este feminismo considera que ya va siendo hora que la sociedad haga suyos los valores asociados al ser mujer. Consideran que mediante la adopción de estos valores se construiría una sociedad más justa, más plena. Para mi, el problema asociado a esa visión es que comporta un alto componente metafísico. O sea, la existencia de unos valores eternos asociados al ser mujer al margen de todo proceso histórico, dialéctico y cultural. En el fondo, y sin pretenderlo, están justificando aquel machismo que desean desterrar por considerar que el hombre no es culpable del mismo ya que simplemente obedece a su modo de ser. Pero es que además esta visión de la mujer se da de bruces con la realidad. Es que también hay mujeres que defienden la agresividad, la lucha, la competencia y el poder.
Por tanto, una feminista de la igualdad le podría decir a estas feministas que esos valores no son formas de ser constitutivas, y por tanto, eternas, del modo de ser mujer, sino que son roles asignados por el heteropatriarcado.
También podríamos hablar del anarcofeminismo o del feminismo marxista. Este tipo de feminismos tratan de explicar cuál es el origen del machismo para así poder acabar con él. El anarcofeminismo y, fundamentándose en teorías políticas desarrolladas por hombres como Bakunin o Piotr Kropotkin, consideran que toda fuente de poder, de opresión, tiene origen en el Estado, Por tanto, y para acabar con el machismo (fuente de poder), se debe acabar con el Estado. Todo hombre que no esté de acuerdo con dichas tesis y, aunque esté en contra del machismo ( que estaría por definir), será tildado inmediatamente de machista porque dichas feministas considerarán que en el fondo esos hombre desean mantener desesperadamente su status quo. O dicho de otra forma, para que un hombre deje de ser machista no sólo tiene que estar en contra de las actitudes machistas sino que además debe defender unas determinadas tesis políticas.
El feminismo marxista, y también fundamentándose en teorías políticas desarrolladas por hombres como Marx, Engel o Lenin, consideran que el origen de todo violencia no es el Estado, sino una forma del mismo: el Estado burgués ¿Qué pasa si entran en lucha dialéctica una anarcofeminista y una feminista marxista? Pues nada. ¿Pero qué pasa si un hombre da la razón a una frente a otra? Pues que será tildado inmediatamente de machista por la otra. Huelga decir que si dicho hombre está en contra de la teoría que trata de dar respuesta al origen del machismo propuesto por ambas será tildado inmediatamente de machista por ambas. No hay escapatoria. O se comparten determinadas filosofías políticas para dar cuenta del machismo o se es tildado de machista.
El feminismo de la igualdad considera que entre hombres y mujeres tiene que existir igualdad de derechos: políticos, económicos y sociales. Éste fue el feminismo originario y considero que en la actualidad ( al menos por ahora), y sociológicamente, es defendido por los hombres españoles. Por tanto, y en este sentido, considero que no cabe tildar a la sociedad española como machista. Igualmente considero que es el feminismo defendido por la mayoría de mujeres de a pie.
ResponderEliminarAmelia Valcárcel, que considero que no es sospechosa de nada, tiene unas reflexiones muy interesantes. Nos dice que todos los movimientos minoritarios, feministas o no, comienzan defendiendo la igualdad. Pero cuando dichos movimientos empiezan a ser reconocidos y cobran protagonismo (“lobby”) entonces cambian su discurso igualitario. Ahora ya no se trata de defender la igualdad de las mujeres o de los negros sino de que los negros o las mujeres posean una serie de privilegios con respecto a las no-mujeres y a los no-negros ¿ Cómo justificar este tránsito de la igualdad a la desigualdad? Pues no pasa nada, se acuñan términos como “discriminación positiva”, “visibilizar”,etc. Y asunto zanjado.
Pero hay un supuesto igualitarismo, que en el fondo no lo es, y que Herrgoldmundo ( y te felicito por tu maravillosa exposición), ha descrito perfectamente. No se trataría ahora de alcanzar una igualdad entre hombres y mujeres. No, ni de lejos, se trataría de realizar una suplantación de los hombres por parte de las mujeres. Y cuando digo suplantación me refiero a que las mujeres adopten los mismos roles que supuestamente deseaban desterrar.
Aunque de todos los feminismos considero que hay uno que se está empezando a imponer, como nos dices, y que tan bien describes, Herrgoldmunod, en tu reflexión final: “Atención, porque ya está sucediendo, niñas que crecen temiendo al varón; que están aprendiendo a despreciarlo y a odiarlo; niñas que se autodefinen como lesbianas porque los hombres les repugnan; niñas que recelan y sospechan de las muestras de afecto de sus propios padres, porque estos, en tanto que hombres, son susceptibles de ser unos peligrosos pervertidos. Está sucediendo. Y nadie hace nada.”
¿Pero qué hacer, Herrgoldmundo?
Un cordial saludo
Hola Elías
ResponderEliminarSe me habían "escapado" estas interesantes aportaciones tuyas.
Sí, es tal y como dices, podemos hablar de muchos feminismos igual que podemos hablar de muchas izquierdas.
Sin embargo, como supongo que habrás observado, en esta entrada a mí me interesaba criticar y desenmascarar (diría incluso denunciar) al actual feminismo marxista.
Me comentabas, en la entrada de "Ortega frente a Gustavo Bueno", que nos estábamos tragando la papilla ideológica de los "progres". Y es cierto, porque yo mismo, que en absoluto me trago tan indigesta papilla, suelo utilizar sus tramposas terminologías en cuando me despisto o bajo la guardia.
Ya hace algún tiempo que se dejó caer por aqui Nolano (¿lo recuerdas del foro de la UNED?) para señalarme que cometía el pecado de hacer mías las "papillas" progres sobre qué significaba ser de derechas o de izquierdas. Y eso que sé perfectamente que ambos mitos fueron triturados por Gustavo Bueno.
Nolano y tú tenéis razón, pero es que resulta agotador tener que desenmascarar las conceptualizaciones perversas que las izquierdas progres han conseguido implantar tras ganar "la batalla cultural".
Ellas, las izquierdas progres, han institucionalizado qué significa ser de derechas, qué significa ser reaccionario, feminista, español...
Por ejemplo, yo llevo tiempo insistiendo, como ya te comenté en "Ortega frente a G. Bueno", que Ortega era liberal-conservador, en absoluto facha ni reaccionario. Llevo tiempo diciendo, en la línea de Gustavo Bueno, que la lengua común que hablamos los españoles es la lengua española, no la lengua castellana.
LLevo tiempo, también, intentando fundamentar que el actual feminismo radical no es "feminazi", como cree la mayoría, sino "femimarxista".
Agotador.
Me preguntas: ¿pero qué hacer, Herrgoldmundo?
Poca cosa, me temo. Han conseguido controlar y dominar toda la superestructura. No hay ayuntamiento, por pequeño que sea, que no tenga una concejalía de igualdad o que no destine una parte importante de los impuestos a mantener chiringuitos femimarxista y de género. ¡Una locura!
Un saludo cordial
Hola Herrgoldmundo
ResponderEliminarPor supuesto que me acuerdo de Nolano. Era de lo mejor que pasó por el foro de la UNED.
No, si todos nos hemos tragado, en mayor o en menor medida, esa papilla progre. Desembarazarme de toda esa ideología no me ha sido nada fácil. Pero no ha sido en balde. Ya hace muchísimo tiempo que he aprendido que las “etiquetas” están cargadas, pero no de conceptos o definiciones que sirvan para distinguir, sino de meras descalificaciones. Hoy en día, palabras como fascistas o progreso, no significan absolutamente nada. Son palabras-fetiche que se usan para descalificar al oponente o para que la persona que las pronuncie se sitúe en un presunto púlpito moral que se cree haber sido ganado a pulso. Nada más, eso es todo. Pero sí, es francamente agotador. Y mucho me temo que toda nuestra crítica sirva únicamente para convencer a los ya convencidos.
La nueva izquierda no es una izquierda política sino una izquierda moralista. Ya puestos, y para moralistas, prefiero a un cura con sotana negra y sombrero de teja.
Un cordial saludo
Hola Elías
ResponderEliminarDices que la nueva izquierda es moralista. Y dices bien. Yo añadiría, además, que es extremadamente beligerante, intransigente y dogmática.
A colación de Nolano, hace unos meses, precisamente, hice mías las reflexiones de un "joven filósofo" que explicaba la decadencia de la sociedad actual en un foro de debates (no recuerdo cuál).
El caso es que los dos estuvimos de acuerdo en varios puntos. Y así, hablando y hablando, el joven se refirió al foro de filosofía de la UNED, que había abandonado por discrepar del pensamienteo único que, según él, se había instaurado allí.
Le comenté que yo también habia sido asiduo del foro de la UNED. Pero como el joven filósofo no recordaba ni nick, le hablé de Nolano, añadiendo, como bien has reconocido tú mismo, que era de lo mejor que había en el foro.
Entonces su amabilidad mutó y me preguntó:
-¿Nolano? ¿Te refieres al notario fascista?
Sí, creo que era notario, le respondí, ¿pero "fascista"?
Y, acto seguido, me bloqueó. Así, tal y como te lo cuento.
Los actuales filósofos de la nueva izquierda: jóvenes, moralistas y stalinistas. ¡Menudo ganado!
Un saludo cordial
Hola Herrgoldmundo
EliminarAbandoné el foro de la UNED
Tuve dos problemas graves en el foro. Pero el último ya me pareció inaceptable. Hablábamos en un hilo sobre la ideología de género. Yo, con argumentos, con los cuales se podría estar o no de acuerdo, pero con argumentos, me opuse a tal ideología. De pronto apareció en el foro un personaje que no había aparecido nunca y empezó a insultarme y a faltarme el respecto sin dar argumentos en torno a la cuestión que se debatía. Ese personaje era homosexual, llamándose a sí mismo, y según la ocasión, maricón o mariquita, pero siempre insultándome.
Los insultos cada vez iban a más sin que allí nadie hiciera nada (salvo algunos, más bien pocos, compañeros que me apoyaron). Jamás le falté el respeto ni le insulté ( ya te puedes imaginar el ejercicio de autocontención que tuve que realizar) pero un día cerraron el hilo.
Públicamente me puse en contacto con los administradores diciendo que era una vergüenza lo que acababan de hacer. Les dije que cómo era posible que una persona me estuviera faltando el respecto e insultándome, en contra de las normas del mismo foro, y que no lo hubieran expulsado del foro y que hubieran adoptado una solución que consideraban salomónica (y de salomónica no tenía nada) como era el cerrar el hilo. Pues bien, lo que me contestaron era más o menos que lo que tenía que hacer era callarme porque esa misma persona me había denunciado ante la administración de homofobia. Vamos, que me hicieron un favor por no ser yo el expulsado. Claro, ese mismo día abandoné el foro. Y ellos, conociéndome como me conocían, sabían que eso era lo que iba a pasar y lo que querían que pasara. Y pasó.
Pero esa fue simplemente la gota que colmó el vaso. Ese foro, es decir, un foro de filosofía, se había convertido en un foro donde reinaba el puro o mero emotivismo. No había manera, con carácter general, que allí nadie argumentara mediante la razón y con argumentos filosóficos. Todo se reducía a sus emociones. Da igual el tema que se tratara. Y eran estudiantes de filosofía. No me extraña que se enfadaran cuando decía que si el emotivismo era la nueva filosofía entonces lo que se debería hacer era cerrar las facultades de filosofía, empezando por el foro de la UNED, y dedicar ese dinero a la cura del cáncer o simplemente quemarlo so pena de contaminar el medio ambiente.
Un cordial saludo
Hola Elías
ResponderEliminarSí, yo también lo abandoné por "razones" parecidas, cuando comenzaron a borrar mis mensajes y mis hilos de discusión.
En fin, ¿cómo no va estar España como está si hasta quienes son o aspiran a ser filósofos son los primeros que niegan la palabra y censuran al disidente que cuestiona a las buenas y justas izquierdas?
Un saludo cordial