miércoles, 8 de febrero de 2017

"Leftovers" y "Childhood´s end" (Dios o la Nada).

Introducción

No hay más opciones: o Dios o la Nada. Todo lo demás, tan solo son sombras y cenizas, o autoengaños del endiosado ser humano.

Podemos creer en lo que no vemos porque hay un modo del ser que, en tanto que vivenciado y experienciado en nuestra conciencia, es real, incluso a pesar de no existir en el ser-ahí que es el mundo.
Así, el ser humano está capacitado, en tanto que necesitado de sentido, para vivenciar la realidad o el ser de Dios. Somos incapaces de pensar la Nada, porque lo que no es, no puede ser pensado; menos aún vivenciado y experienciado como real. Dios puede llegar a ser tan real, para quienes lo experiencian como posibilidad de la realidad abierta, como Frodo o Darth Vader para quienes, alejados de la cuestión del ser, se refugian en otras fantasías y ficciones.

El ser humano, necesitado de sentido y trascendencia, quiere conocer el porqué de la última realidad que se le ofrece como posibilidad cierta: su muerte. Y sabiendo que por fuer ha de morir, al ser humano solo le queda responder las más graves y radicales preguntas: ¿Por qué y para qué vive? ¿Qué sentido tiene una vida finita que desemboca en la Nada que es la muerte?
No hay respuestas, solo angustia.
Y solo por la poderosa necesidad que le insta a mitigar y superar la trágica angustia existencial, el ser humano reflexiona y medita, sueña, y finalmente crea ficciones y fantasías que vivencia como reales.
¿Y qué es la ficción fantástica sino terapéutico autoengaño?

La ficción en la realidad

En una de mis anteriores reflexiones titulada "El Quijote en la ficción" abordé el tema de la realidad virtual, entendida esta como una irrealidad con posibilidad de ser vivenciada como real.
Hay dos graves cuestiones o preocupaciones, ontológicas y teológicas, que deberían hacer reflexionar al hombre: la cuestión del ser y el problema de Dios.
La búsqueda de la verdad de la realidad última, o fundamento último, nos insta al deporte que es el filosofar. Solo hallando la respuesta al porqué del ser - por qué hay algo en vez de nada - encontraremos la paz y la salvación. Creemos, de hecho, que respondiendo a las más graves y últimas preguntas dotaremos de sentido nuestra existencia. Pero... ¿y si no fuese así? ¿Y si conociésemos todas las respuestas y, aun así, toda la realidad (el mundo) se mostrara como un gran absurdo o sinsentido?
La ficción no surge de la nada, pues toda "creación" parte necesariamente de la realidad, de lo que, de facto, ya es en el mundo. Lo que hace la creación ficticia es coger notas de la realidad, determinados aspectos y cualidades de la realidad, para pensar otras realidades posibles.
Así, el filósofo Gustavo Bueno definió la ficción como una hipótesis operacional que realiza nuestra mente o conciencia. Por su parte, Rafael Vázquez Suárez aclara mucho más el concepto de ficción al referirse al mismo como experimento mental.
Yo, personalmente, creo que la ficción consiste en crear posibilidades en nuestra mente; posibilidades de nuevos modos de ser o realidades virtuales, como se prefiera.

Decía Heidegger que la poesía era el lenguaje del ser; la única vía para acceder y reflexionar sobre el ser. Pero no se refería al mero hecho de abordar la cuestión del ser a través de la literatura poética, que también, sino a través de la poiesis griega entendida como "creación".
Así, considero que la creación de ficciones (ciencia ficción y fantasía), tanto a partir de soportes literarios como audiovisuales (cine y tv) son perfectamente válidos para acercarnos, y poder entender mejor, la cuestión del ser y la verdad de Dios como posibilidad de ser.
En este sentido, creo que actualmente las series de ciencia ficción de la tv están desarrollando un alto potencial metafísico y ontológico accesible a la generalidad de los telespectadores. Así que a continuación comentaré y reflexionaré sobre dos grandes series de tv que considero de una gran calidad, tanto estética como metafísica: "Leftovers" y "Childhood´s end".

Argumento de "Leftovers"

Leftovers es, sin duda, una de las mejores series de tv de todos los tiempos. ¿Pero por qué?

Hay dos importantes porqués:

Primero: porque Leftovers plantea magistralmente la pregunta más urgente y radical del ser humano: la cuestión del ser, o el porqué del ser. Y plantea dicha cuestión sobre el ser a través del lenguaje poético; única manera, en el  parecer de Heidegger, de preguntar por el ser.

Segundo: porque Leftovers también plantea diferentes alternativas o respuestas a dicha cuestión ontológica, mostrándonos distintos tipos humanos (perfiles psicológicos) a través de los cuales el espectador, atento y expectante, puede reflexionar y, al tiempo, reconocerse en los personajes y, de paso, conocerse mejor a sí mismo.

Así pues, podríamos decir que "Leftovers" es una serie inteligente y enriquecedora. Algo que, desde luego, no es lo habitual en los tiempos que corren; tiempos en los que la cuestión del ser ha sido olvidada.
Lo paradójico es que este mismo olvido por la cuestión del ser, característico de la postmodernidad, ha ocasionado que "Leftovers" no consiga obtener el reconocimiento mayoritario del público. Y es que en Leftovers, precisamente, se halla implícita una dura crítica hacia nuestras anestesiadas sociedades; sociedades que rehúyen de cualquier deber y/o responsabilidad que pudieran resultarles dolorosos. ¿Quiénes se preguntan y se preocupan, hoy, por la cuestión del ser?

Un 14 de octubre, repentinamente, desaparece una importante parte de la humanidad. La mayoría de las familias perderá a alguno de sus miembros o, como en el caso de Nora Durst, a todos ellos.
¿Cómo se enfrentarán los supervivientes a estas dolorosas pérdidas? Pues a través de diferentes maneras para enfrentar el dolor; cada personaje elegirá una actitud vital a través de la cual poder superar su pérdida, aceptándola o negándola.

Leftovers es, en definitiva, una magnífica alegoría, una inteligente metáfora que nos hace reflexionar sobre el dolor humano, sobre la angustia existencial y el drama de vivir. La "Partida" o "Ascensión", como se denomina al hecho insólito e inexplicable de que una parte de la humanidad desapareciese un mismo día, es tan solo un pretexto; un pretexto que consigue, hábilmente, magnificar y sobredimensionar el drama personal de quienes pierden a sus seres queridos. Es un pretexto necesario para despertar conciencias y avivar el seso, para recordarnos lo deprisa que se pasa la vida y lo pronto que se llega la muerte.
La vida cotidiana en la que estamos inmersos no solo nos sumerge en la rutina y el hastío existencial, sino que, además, nos anestesia frente al dolor de la pérdida.
Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos perdido a un ser querido; todos hemos sentido, entonces, la náusea ante la nada o el absurdo que es la existencia. Y, sin embargo, estamos tan magníficamente programados socialmente que, tras un período de duelo, volvemos a nuestras actividades habituales y rutinarias. Uno a uno, y en diferentes momentos, todos sufrimos y debemos sobreponernos al dolor de la pérdida, siempre indeseada e injusta. Y nada pasa, todo sigue igual, porque nos han condicionado y nos han hecho creer que "la vida debe seguir". Nuestro ser es sometido constantemente a una domesticadora anestesia institucionalizada.
Pero Leftovers, de manera inteligente y para sacudir las conciencias - desanestesiarnos-  nos presenta una pérdida colectiva, un terrible hecho dramático, que bien pudiera haber sido una guerra nuclear o una devastadora epidemia, pero que se nos presenta en forma de enigma indescifrable e incomprensible; porque esto es, en verdad, la cuestión sobre el ser: un enigma sobre el cual solo cabe hacerse preguntas, tales como ¿por qué somos algo más que nada? ¿Por qué hay vida y somos conscientes de ser "seres para la muerte"? ¿Qué sentido tiene vivir sabiendo que, finalmente, hemos de morir? ¿Hay vida después de la muerte?

Estamos preparados para afrontar el dolor uno a uno, cada cual cuando le toca, y el mundo sigue su curso impertérrito, como si nada hubiese sucedido, porque el ente social tiene su propia razón de ser capaz de asumir las pérdidas individuales como algo "natural".
Pero el mundo se detiene cuando la pérdida es colectiva y hace tambalear sus cimientos; cuando ante un hecho sumamente dramático el Dasein histórico -colectivo institucional- tiene que hacerse cargo del inmenso dolor de una época.
"Leftovers" nos presenta un nuevo mundo, y un nuevo Dasein histórico surgido a partir del dolor de un hecho crítico; nos expone las reacciones y las posibilidades del ser frente a lo enigmático.

Todos los personajes principales, ya antes del terrible suceso del 14-O, eran seres alienados inmersos en sus cotidianas y rutinarias vidas. Unos, sin embargo, eran más conscientes que otros de su desdicha (angustia existencial) y del hecho de llevar una vida inauténtica. Pero a todos ellos, a pesar de las apriorísticas diferencias personales, les transformará psicológicamente y/o espiritualmente el traumático "arrebatamiento" de sus seres queridos.
La trágica desaparición de una parte de la humanidad supondrá una caída del ser colectivo que obligará a la humanidad a reflexionar sobre sí misma; sobre el humanismo entendido como tabla de salvación del hombre. El trágico "arrebatamiento" propiciará el descubrimiento de nuevas posibilidades en la realidad abierta; posibilitará, en definitiva, la aparición de nuevas creencias y nuevos programas de vida.
Tras la caída todos los personajes deberán decidir cómo recogerse para superar el dolor de la pérdida y volver a proyectarse en el ex-sistere a través de una existencia auténtica, responsable y reflexiva.
Algunos personajes se encontrarán a sí mismos tras un duro recorrido introspectivo y aprenderán a saber quiénes son, otros se recogerán en las más variopintas sectas. De hecho, la posibilidad del recogimiento en una secta, tras una trágica pérdida dolorosa, se presentará en "Leftovers" como una atractiva alternativa para un número importante de seres humanos.
La proliferación de sectas, tanto mesiánicas como místico-espirituales, atentará directamente contra las familias, provocando la desintegración y dispersión de las mismas.
La dinámica argumental de la serie girará, por tanto, no solo en torno a las posibilidades abiertas a cada personaje, sino, sobre todo, alrededor de una dialéctica que enfrentará la posibilidad de recogimiento tradicional en la familia vs una nueva posibilidad de recogimiento en comunas colectivas.

Argumento de "Childhood´s end"

Cierto día, unos alienígenas contactan con los seres humanos escogiendo como profeta - el elegido - a solo uno de entre los miles de millones de habitantes del planeta Tierra.
El elegido será el encargado de comunicar la Buena Nueva: la humanidad vivirá una Edad de Oro, un período de esplendor de paz y felicidad donde no tendrán cabida las injusticias, ni las guerras, ni el sufrimiento ni las enfermedades. Se consumará, así, el sueño utópico del ser humano.
Los amos, como serán bautizados por los seres humanos, se autodefinirán, en realidad, como los supervisores encargados de llevar a cabo el plan universal de una Mente Suprema que rige el destino de todo el universo y, por tanto, de todos los mundos y sus criaturas.

Si "Leftovers" proponía la pregunta por la cuestión del ser, podríamos decir que "Childhood´s end" nos proporciona una respuesta a dicha cuestión.
Mientras que "Leftovers" es, en sí misma, una serie para hacernos reflexionar ofreciéndonos un amplio abanico de posibilidades del ser, "Childhoods end" nos da una respuesta convirtiendo en realidad el sueño ancestral del ser humano: consumar la utopía de vivir en paz y felicidad y conocer, nada más y nada menos, que a Dios. Aunque el honor de conocer a Dios - Mente Suprema en la ficción - solo le será concedido a un sacrificado y entusiasta científico.
Resumiendo, podríamos decir que "Leftovers" propone, sugiere e invita a reflexionar, mientras que "Childhood´s end" nos invita a digerir o aceptar la posibilidad de una realidad que, de darse, cambiaría radicalmente lo que entendemos por Humanidad.

Humanismo vs poshumanismo

A pesar de las diferencias argumentales entre "Leftovers" y "Childhood´s end", e incluso de las discrepancias a la hora de presentar el drama de sus protagonistas - sugerir posibilidades vs aceptación de hechos consumados- el grave tema que subyace en ambas ficciones es el que concierne a la pregunta por la salvación de la humanidad. De hecho, ambas ficciones buscan ("Leftovers") o responden creativamente ("Childhood´s end") a la cuestión del ser, tanto del ser- ahí en forma de Dasein individual (hombre), colectivo (humanidad), e incluso Dasein alienígena (los supervisores de la Mente Suprema).
¿Puede salvarse la humanidad de su propia autoinmolación? ¿Podemos salvarnos a nosotros mismos o "solo un Dios puede salvarnos" (Heidegger)?

Kevin Garvey, jefe de policía de Mapleton, es uno de los principales protagonistas de la serie "Leftovers" que vive inmerso en una rutinaria vida inauténtica.
Kevin se nos presenta a los telespectadores a través de un magnífico discurso que pretende ser un homenaje al padre y a la familia:

Un hombre le dijo al Universo:
- Señor, yo existo.
Y el Universo le contestó:
- Eso no me ha generado ninguna obligación.

Con esta introducción, Kevin apela a la responsabilidad del hombre como único dueño y señor de su destino y termina con un brindis final: ¡Por la familia!
Pero inmediatamente, tras formalizarse el brindis, el padre se acerca a su hijo y le susurra: - Casi me creí tu discurso.
Solo el padre sabe que Kevin es un farsante que no vive de acuerdo a como dice vivir. De hecho, Kevin está cada vez más distanciado de su esposa, la psicóloga Laurie, aunque ninguno de los dos se atreve a certificar "oficialmente" o en voz alta la ruptura del matrimonio. Sin embargo, la irrupción del "arrebatamiento" les obligará a poner las cartas sobre la mesa y a reconocer la dura realidad de sus vacías vidas. Kevin deberá enfrentarse a una dura crisis personal y existencial, recogiéndose dentro de sí mismo para luchar y mantener unida a la familia, mientras que su esposa Laurie entrará a formar parte de una secta, obligándose a desvincularse totalmente de cualquier lazo familiar y alejándose de su marido y su hija.
Kevin y Laurie simbolizarán dos opciones vitales distintas frente al dolor de la pérdida: la lucha por rehacer y construir nuevos proyectos de vida (Kevin) vs la opción claudicante de quienes para no sufrir optan por romper con cualquier lazo emocional y afectivo (Laurie).

Igual que el matrimonio de los dos protagonistas principales, la humanidad también se dividirá entre quienes seguirán apostando por un humanismo tradicional, que seguirá abogando por los valores de la familia y el mantenimiento de los lazos afectivos, y quienes optarán por un poshumanismo, caracterizado por una dispersión del individuo en un UNO místico-espiritual que pretenderá rehuir del dolor a través del silencio y la estoica resignación.

Volviendo a "Childhood´s end", también nos encontramos con una clara división entre quienes, a partir de la llegada de los supervisores alienígenas, abrazarán el nuevo poshumanismo de una esperanzadora Edad Dorada y quienes seguirán aferrándose al humanismo tradicional de siempre.

Análisis ontológico a partir de Heidegger y Sloterdijk

Me serviré de la analítica existencial de Heidegger para exponer con la máxima claridad posible las propuestas ontológicas que subyacen en "Leftovers" y "Childhoods end". E intentaré, además, superar o enriquecer dicha analítica heideggeriana con las nuevas propuestas del controvertido Peter Sloterdijk.

En el magnífico ensayo "Sin salvación", tras las huellas de Heidegge, Peter Sloterdijk explica los tres rasgos cinéticos que obran en la existencia humana: caída, experiencia y vuelta.
La caída tiene lugar cuando el Dasein se piensa a sí mismo, es decir, cuando reflexiona sobre el hecho de estar arrojado al mundo sin garantías de seguridad. La falsa vida cotidiana ( vida inauténtica) se encarga de proporcionarnos una falsa ilusión de seguridad para hacer llevaderas nuestras rutinarias existencias. Solo la caída, al hacernos conscientes de que no hay seguridad, nos permite experimentar el auténtico sentido del ser-ahí.
La experiencia se produce tras la caída, cuando el Dasein angustiado acepta que es un "ser para la muerte" y, en consecuencia, se obliga a apropiarse de su destino para proyectarse en el ex-sistere.
La proyección del ser- ahí en el mundo implica elegir un proyecto de vida, es decir, adueñarse del propio destino.
El Dasein, una vez se experiencia como dueño y señor de su destino, podrá elegir libremente entre dos opciones vitales: la dispersión vs el recogimiento.
La vuelta significará un nuevo comienzo, vivir o ensayar un nuevo programa de vida tras haber realizado la oportuna elección entre dispersión o recogimiento.

Vemos que tanto en "Leftovers" como en "Childhood´s end" tiene lugar una caída del Dasein a partir de dos hechos graves y trascendentales: la desaparición de una parte de la humanidad (el arrebatamiento) y la aparición de un nuevo Dasein alienígena (los supervisores de la Mente Suprema) que harán realidad la utopía de un mundo feliz.
Las dos series de tv se valen de diferentes ficciones para lograr que los protagonistas de las mismas,  y por ende también los telespectadores, reflexionen sobre el sentido de sus vidas. La reflexión, atenta y meditativa, se facilita a través de la sucesión de dos hechos impactantes y traumáticos para el conjunto de la humanidad que obligarán a esta a cuestionarse sus tradicionales programas de vida institucionalizados. Es decir, que obligarán a la humanidad a evaluar la validez del tradicional humanismo, entendido este como antropotécnica todavía eficaz para domesticar-civilizar al hombre y regular las normas del parque humano.
Una vez que las propuestas ficticias logran hacer reflexionar al telespectador, llamando su atención a través de hechos enigmáticos y sorprendentes, es decir, una vez consiguen dejarlo perplejo ante lo misterioso y novedoso de nuevas posibilidades del ser, le plantean las experiencias o las dos elecciones posibles: optar por la dispersión o por el recogimiento.

Proyección en la dispersión.

Si tras la caída, el Dasein opta por seguir siendo-de-cualquier manera, es decir, elige ser tutelado y dirigido por un Dasein colectivo que le garantice seguridad, paz y felicidad, entonces su individual ser-ahí se dispersa en lo común y gregario. En el parecer de Sloterdijk, esta es la opción más universal en tanto que también es la más sencilla, pues solo  implica obedecer y seguir unas normas y reglas establecidas a cambio de seguridad, paz y felicidad.
Podría decirse que el yo individual se diluye para formar parte de un yo colectivo. Esta es la opción que escoge Lauri en "Leftovers", cuando decide integrarse (fusionarse) con los miembros de una secta, por tal de hallar la paz y evitar el sufrimiento que implica estar vinculado a seres queridos que pueden morir o desaparecer en cualquier momento.
También en "Childhood´s end" la casi totalidad de la humanidad optará por dispersarse en un Dasein colectivo: el programa de vida de la Mente Suprema. La mayoría de seres humanos preferirán seguir las directrices de los "amos" o supervisores, pues estos les garantizarán la consecución de un utópico mundo feliz, sin injusticias, sin guerras y sin sufrimientos, donde la vida será larga y placentera.

Proyección en el recogimiento.

El protagonista de "Leftovers", el jefe de policía Kevin, optará por seguir luchando y por encontrarse a sí mismo, para, de esta manera, vencer a sus demonios, a los miedos y angustias que le atormentan.
El camino del recogimiento es el camino de la introspección y la reflexión, pero también es la vía cinética que exige movimiento y acción: creación.
Crear significa buscar nuevas posibilidades en la realidad abierta; significa hacernos y proyectarnos en el ex-sistere pero también en nuestro auténtico yo.
Este camino difícil, pues supone ejercer al máximo el potencial de la propia libertad individual, será elegido por solo una pequeña parte de la humanidad en "Childhood´s end"; será el camino del recogimiento elegido por todos los seres humanos que decidirán, libremente, vivir en Nueva Atenas.
El mismo nombre de "Nueva Atenas" nos retrotrae al pasado, es decir, a la cuna y origen de la civilización donde, según Heidegger, hay que encontrar la esencia del dasein histórico y, por tanto, el sentido del ser de la humanidad.
En Nueva Atenas se dan las condiciones necesarias para desarrollar una vida plenamente auténtica, propia de hombres de carne y hueso; es un lugar donde prima la creación y el arte, donde cada sujeto es libre para decidir su destino (sin la intervención de dioses o Mentes Supremas alienígenas). Sin embargo, en Nueva Atenas, y al contrario que en el resto del mundo supervisado por la Mente Suprema, todavía existen las enfermedades y el crimen. Es el precio que hay que pagar por gozar de la verdadera libertad: aceptar las incertidumbres y las adversidades del ex-sistere.







2 comentarios:

  1. Hola Herr Goldmundo

    Verás, me has dejado sin palabras. Y francamente, prefiero no escribir ninguna palabra que emborrone tu texto. Simplemente decirle que es lo mejor que he leído en mucho tiempo, y leo mucho, y te animo para que intentes publicarlo.

    Simplemente gracias

    PD: Habrás observado que no he marcado ni la casilla de inteligente ni la de interesante. Espero que entiendas el por qué.

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  2. Hola Elías

    Pues también me has dejado sin palabras. Llevo algún tiempo trabajando en la idea de "conectar" las series de ciencia ficción con la analítica existencial de Heidegger, con la ayuda de un gran conocedor del padre de "Ser y tiempo": Peter Sloterdijk.
    He logrado hilvanar algunas ideas, pero, si te fijas, el texto termina de forma abrupta y poco concluyente. Tenía muchas más ideas en el tintero, como la de relacionar el nuevo concepto de "utopía" de Sloterdijk con la opción vital de los habitantes de Nueva Atenas. Pero la inspiración me abandonó...
    Gracias por tus palabras de aliento. De todas formas, me gustaría que aportases alguna de tus ideas y/o matizaciones; sabes que siempre me "inspiran". ;)

    Un saludo cordial y, de nuevo, gracias a ti.

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