INTRODUCCIÓN
El amigo José (comentarista habitual) me recomendó hace unos días leer
en “elliberal.com” un artículo de Pedro Insua que, en forma de “carta abierta”,
iba dirigido a Antonio Escohotado.
El autor de “Los enemigos del comercio” había
sostenido en el programa “La tuerka”, de Pablo Iglesias, que comunismo y
nazismo eran iguales; dos supremacismos totalitarios y dogmáticos; dos
ideologías genocidas que habían causado mucho daño al conjunto de la humanidad.
Pedro Insua rebatió a Escohotado y argumentó que la
diferencia entre comunismo y nazismo era “abismal” (cita literal) porque el
primero tenía/tiene una aspiración universalista y el segundo es particularista.
A partir de dicho argumento universalista,
fundamentado a través de una lógica racional, como sostenía Insua, quedaba demostrada
la superioridad racional (moral) del comunismo.
Según Insua, el comunismo, desde postulados antropológicos,
castigaba al disidente que se negaba a aceptar la oportunidad de convertirse a
la conciencia verdadera (conciencia de clase). El nazismo, sin embargo, al
fundamentarse en postulados de raza, no daba tal oportunidad al individuo, sino
que éste debía ser eliminado, sí o sí.
Dicho en román paladino: el comunismo daba la oportunidad
a los disidentes de abrazar la fe verdadera (ser evangelizados), mientras que
el nazismo negaba cualquier oportunidad de salvación a sus enemigos “no arios”.
FÉLIX OVEJERO VS PEDRO INSUA
También en su día, F. Ovejero defendió la superioridad
ético-moral del comunismo frente al nazismo, argumentando que en el primero subyacía
una “intencionalidad a priori” buena y justa (lograr una sociedad feliz para
TODOS), mientras que la intencionalidad a priori del nazismo ya legitimaba, de
entrada, la eliminación de “otras razas” y, por tanto, excluía de su “mundo
feliz” a importantes grupos humanos.
Tanto Insua como Ovejero legitiman la superioridad moral del comunismo vs el nazismo, no a partir de las consecuencias de sus
acciones (crímenes genocidas), sino a partir de sus intenciones; intenciones
justificadas desde una racionalidad universalista, en el caso de Insua, y desde
una ética apriorística humanista en el caso de Ovejero.
Los dos filósofos españoles, de maneras parecidas,
legitiman la superioridad moral del comunismo (marxismo operativo),
entendiéndolo como un humanismo universalista. ¿Pero por qué creen estos dos
pensadores que “el marxismo es un humanismo”? ¿Y por qué ha de ser este
“humanismo marxista” mejor que otros?
¿QUÉ SIGNICA SER “HUMANISTA”?
Resumiéndolo brevemente, podríamos decir que el individuo humano es aquel hombre de
carne y hueso que transciende su ex-sistencia (ser-ahí en el mundo) dotándose de es-sencia
(sentido y razón de ser). El hombre humanista, en definitiva, se hace a sí mismo a través del libre albedrío para poder llegar a ser algo más que nada.
Según Heidegger, el primer humanismo que apareció en
la historia fue el de Roma; “los romanitas se convirtieron en humanitas”
(“Cartas sobre el humanismo” de Heidegger) cuando, a través del proceso de
“romanización”, ensayaron la implantación de un primer universalismo en el
conjunto de la humanidad o mundo conocido hasta entonces.
Lo que diferencia al homo humanus del homo
barbarus es su alejamiento de la naturaleza (barbarie) obligándose a
autocontrolar y regular sus instintos más primitivos. El humanista, por fuer,
se obliga a ser civilizado. Pero Adorno y Horkheimer, en mi opinión, afinaron
más al señalar que, en realidad, el humanitas no puede “alejarse” del estado
natural, sino que, inmerso en el mismo, no tiene más remedio que dominarlo y
controlarlo, es decir, se ve obligado a imponer una determinada cosmovisión (interpretación del mundo, de los hombres y de la historia) para garantizar una convivencia civilizada. Así, el humanitas, intentando rehuir de la barbarie,
no puede evitar, a su vez, legitimar el uso de la fuerza para imponer su
verdad. Pero esta fuerza no deberá ser la fuerza irracional del bárbaro, sino una fuerza racional sujeta a derecho (leyes de los humanistas). ¿Pero qué es racional o irracional? ¿Acaso no coinciden ambos conceptos, respectivamente, con los de moral e inmoral?
Ya he señalado que la implantación de una cosmovisión que permita criar y domesticar (civilizar) al ganado humano (Peter Sloterdijk) siempre obliga a establecer unas reglas para el parque humano; unas normas (leyes) que permitan la convivencia entre conciencias dispares (conciencias individuales). Y dichas reglas y normas solo podrán articularse a través de la política, es decir, a través de Estados operativos y/o imperios generadores (G. Bueno). Pero, de nuevo, debemos preguntarnos: ¿de dónde surgen esas normas y reglas que han de civilizar al conjunto de la humanidad? Pues surgen de una Razón, siempre inevitablemente moral, que necesita justificar razonadamente las acciones políticas que articulan la convivencia en un grupo social humano.
EL ORIGEN DE LA MORAL
Decía Xavier Zubiri: El ser humano es constitutivamente moral en tanto que inteligente (léase racional).
Si yo mato a alguien debo justificar, siempre, por qué
he decidido matarlo, porque siempre existe una razón (justificación confesable o
inconfesable) para ejecutar cualquiera de nuestros actos. Y el asesinato es un acto (una acción
humana) como otro cualquiera. De hecho, ser inteligente no significa ser el más bueno, moralmente
hablando, sino tener la capacidad de saber elegir la mejor opción de entre las
múltiples posibilidades que nos ofrece la realidad.
A quien yo mate, desde luego, no le importará mi porqué; no le interesará la justificación moral que me permitió, cual
Raskólnikov, quitarle la vida. Eso, en todo caso, le importará al conjunto de
la sociedad, a las normas y reglas (leyes) que el humanismo de turno haya
establecido para legitimar unos crímenes y penalizar otros. La novela “Crimen y
castigo” nos demuestra que cualquier crimen puede llegar a justificarse
moralmente, si, primero, nos obligamos a racionalizarlo.
Por tanto, podríamos concluir que tanto los crímenes
de Stalin como los de Hitler fueron morales, porque todos ellos tuvieron una razón de ser; una justificación racional que respondía al porqué y para qué de sus respectivas cosmovisiones
o interpretaciones del Ser.
Si aceptamos que TODOS los crímenes son
inevitablemente morales, desde el que comete un psicópata hasta el que se
comete en nombre de una religión y/o ideología, entonces estamos obligados
a demostrar por qué unos crímenes son buenos y otros malos; por qué unos son
“mejores” (más aceptables moralmente) y otros más execrables. Esto es lo que intentaron demostrar, sin éxito en mi opinión, Insua y F. Ovejero.
Pero lo que hicieron Pedro Insua y Félix Ovejero fue
comparar moralmente dos humanismos (sí, sí, dos humanismos o modos de
interpretar el mundo); compararon al nazismo y el comunismo no en base al
resultado final de sus acciones: la muerte de inocentes, sino a partir de apriorismos racionales (morales) que ellos consideraban más buenos y justos.
Pero si a mí me quita alguien la vida, no me importará
que haya sido un psicópata por mor de satisfacer sus instintos más primarios
(incivilizados) o un terrorista que decidió “civilizadamente” que mi muerte era
necesaria para la consecución de su buena y justa causa ideológica. De la misma
manera, tanto me daría que me hubiese matado un nazi por el color de mi piel o
un comunista por negarme a abrazar su credo religioso.
Insua me rebatiría, probablemente, argumentando que, al menos, el comunista me hubiese dado la oportunidad de renegar de mi herejía burguesa y
liberal-conservadora; es decir, y traduciendo el cinismo de Insua: el comunista
me hubiese despojado de mi libertad, mis derechos, mi orgullo y mi dignidad a
cambio de mi vida. ¡Menudo trato ventajoso! Pero es que, además, el comunismo no
siempre proporcionaba a sus víctimas esta ventajosa oportunidad. Podríamos
preguntarles a los miles de oficiales polacos que fueron ajusticiados (asesinados) en Katyn
si los comunistas les ofrecieron esa oportunidad de redención; o podríamos preguntárselo a los mártires de
Paracuellos del Jarama, a los millones de víctimas del holodomor en Ucrania, a
las víctimas de Mao o de los jemeres rojos…
Así son nuestras Izquierdas Ilustradas, son legión, y su discurso filomarxista se propaga desde todos y cada uno de los medios de comunicación españoles.
ResponderEliminarApreciado autor
Veo, con mucho agrado, que la lectura de un simple articulo le ha permitido analizar una situacion llegando a un nivel que no hubiera sido capaz de alcanzar
Pero, como decian los curas de pueblo, que del Bien y del Mal sabian mas que nadie: " El camino al infierno esta empedrado de buenas intenciones " , dicho que es popular en muchos idiomas
El cielo en la Tierra, esa es la gran herejia, la gran promesa que les justifica. Por eso como bien has comentado en muchos de tus anteriores post, el relato es el primer punto en disputar, porque tras el vendra la rescritura de la " neo-verdad", y a partir y por el bien social, y del rebaño humano ya vale todo
Mas miedo me da Zicek con su justificacion de la accion del Poder para que actue manu militari, y controlando las correspondientes fake news en casos de peligro como la pandemia
Un virus, algo " natural y bioorganico", sin pensamiento, y tan ni siquiera actividad vital de una simple celula es el objeto, el sujeto revolucionario, el que desencadena la accion
A que nivel se ha llegado, amigo ¡¡
Al abandono de la Razon, de la Ciencia, del Derecho, y de cualquier pensamiento surgido en la historia porque un Poder podra actuar conforme .........a algo que es un conjunto de proteinas y cadena ARN
Ni Orwell hubiera podido pensar peor distopia ( y los guionistas de Matrix tampoo ) con el Mundo que nos ofrecen estos " pensadores"
Saludos cordiales
Jose
Hola José
ResponderEliminarLa Razón no se ha abandonado, simplemente han cambiado los hombres, ahora "humanos, demasiado humanos", que han de hacer uso de ella; la razón es constitutiva al ser humano, como la moral, y siempre está entre nos para evaluar y justificar TODAS nuestras acciones, para interpretar el mundo y legitimar cómo criar y domesticar al ganado humano. Lo que sucede es que "el animal de lujo" en que se ha convertido el ser humano (Sloterdijk) hace ahora un uso más cínico y particularista de la Razón para servir peregrinas causas ideológicas (LGTBI, femimarxismo, animalismo, veganismo, movimientos woke y LBM...).
La Razón, ahora, o es posmoderna o no es. Así están las cosas.
Un saludo cordial
Apreciado amigo
ResponderEliminarSi dispone de tiempo, le aconsejo la lectura de la carta y respuesta de D. Antonio Escohotado a D. Pedro Insua editada en wwww.elliberal.com
A mi criterio considero interesante la respuesta, si bien amaga al principio con fintas verbales y de pensamiento, tales como achacar al vodka las lagunas en el desarrollo del razonamiento y dialogo con Iglesias
Interesante su punto de vista sobre el error de Hitler de no confraternizar con los pueblos " liberados" en los primeros meses de victorias y avance en territorio ruso, achacando al origen racial del nazismo como causa de error en el trato a la poblacion civil y por tanto germen de su derrota
Pero describe el desarrollo de la idea de " lucha de clases", y concepto de clase como base de la movilidad social, como premisa desu posterior razonamiento: El error del marxismo esta en la confusuion de clase con estamento, y que la sociedad "sin clase" consagra y fija una division entre los compañeros, y su numero de carnet,..........y el pueblo
Finaliza, con macabra logica, indicando que las acciones e ideologia que sustenta las represiones y matanzas de gulag, por clase son semejantes a las del nazismo por " raza", ya que si el argumento de P. Insua es que nadie escapa, por antropologia a "su raza", nadie era inocente por clase en los tiempos de Lenin
Y esto ultima ultima idea no es original de Sr Escohotado, ya que el fiscal que llevo a muerte a Luis XVI alego que su delito era "ser" Rey, como nos hizo ver en una cronicas semanales publicadas en su diario D Pedro J Ramirez hara unos cuantos años
Todo lo que no se haga en nombre de " Dios " ( AR ) o en nombre del Hombre, y se haga en nombre del Estado, o de la "sociedad", es poner peldaños al cadalso de la guillotina o traviesas a la via del tren que lleva a Auschwitz
Aprovecho la ocasion para agradecer su paciencia y conocimiento expuesto en este actual post sobre todo su apendice del titulo: No hay razon sin moral.
No hay accion sin responsabilidad, que es asi como yo lo entiendo. No hay determinismo en la accion, el Mundo no es una maquina que nos obliga a realizar unos u otros hechos, y como le comente hace unos dias, no sirve una revolucion cuyo motor y desencadenante es un virus ( que un premio Nobel definio como " algo no vivo ", la decir " a virus is a virus" ), no sirve ningun razonamiento de forma de organizacion social basado en causas naturales, y menos los que nos propuso Zicek, que lo mismo que blanquea D Pedro Insua.............la sociedad estamental del Partido
Saludos dominicales
Escribes cosas interesantísimas que ayudan a calmar los ánimos.
ResponderEliminarEscribes cosas interesantísimas que ayudan a calmar los ánimos.
ResponderEliminarHola José
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la réplica de Escohotado a Insua. Ambos supremacismos ideológicos pretendieron imponer sus respectivos Dasein históricos (proyectos poshumanistas) como alternativa al tradicional "Dasein humanista".
Los comunistas quisieron imponer su "Dasein proletario", mientras que los nazis ensayaron la imposición de su "Dasein racial"; dos nuevos modelos humanos que excluían al resto de modelos o conciencias antagónicas.
Efectivamente, toda acción conlleva una responsabilidad, al cabo una justificación moral o ético-racional.
Un saludo cordial
Ana I, gracias por tu reconocimiento.
ResponderEliminarUn saludo