lunes, 8 de marzo de 2021

SERIE DE TV YELLOWSTONE (Leyendas de pasión)

INTRODUCCIÓN

La serie "Yellowstone", considerada por la crítica como una exitosa ficción cinematográfica con formato de "neo-western", está batiendo todos los récords de audiencia en España. No me extraña.

Después de ver la primera temporada de esta magnífica serie, he entendido por qué los EEUU, a pesar del contubernio globalista orquestado para expulsar a Trump de la presidencia, sigue siendo una nación orgullosa y fuerte. No pude evitar ver en esta serie la justa y necesaria antítesis a la mayoría de las producciones posmodernas con las que Netflix, y cada vez más HBO, pretenden adoctrinar a los telespectadores imponiendo las nuevas posverdades de las pseudorreligiones de moda (LGTBI, femimarxismo, veganismo, animalismo...). Yellowstone vuelve a apostar por la reivindicación de los valores tradicionales que hicieron grandes a los EEUU: Dios, familia, libertad individual y propiedad privada.

DAME UN WINCHESTER Y DIME TONTO

Puede apreciarse la clara defensa de los valores tradicionales de la "América profunda" a lo largo de todos los capítulos de la serie, pero, para ilustrar esta evidencia, he escogido dos escenas que llevan implícitas dos agudas críticas contra los "progres" de turno, que también haylos en EEUU, como acaba de demostrar la reciente victoria de Biden.

La primera escena se sucede cuando un grupo de turistas japoneses se adentra en una de las propiedades de Dutton (Kevin Costner) para fotografiar a un oso salvaje que está a solo unos metros de ellos. En esas, aparece Dutton, Winchester en mano, y les conmina a alejarse del peligroso animal. Como los turistas se niegan a irse, Dutton les explica que deben marcharse porque están en una propiedad privada que, les siguió informando, se extendía más allá de hasta donde alcanzaba la vista. Entonces, uno de los turistas le comenta a Dutton que un territorio tan grande debería "compartirse". Y Dutton, después de pegar algunos tiros al aire con su Winchester, le recrimina enfadado:

"Esto es EEUU, y la propiedad privada no se comparte". ¡Glorioso!

La segunda escena también tiene como "artista invitado" al oso salvaje y a una pareja de turistas japoneses que se alejó del grupo. Los dos turistas, intentando huir del oso, cayeron y quedaron suspendidos en un acantilado. El vaquero Rip, que por allí pasaba, acudió al grito de socorro de la pareja en apuros y, justo cuando estaba intentando rescatarlos con una cuerda, apareció el oso a pocos metros de él. Rip mató al oso con un disparo certero de su Winchester, pero los dos jóvenes turistas cayeron al vacío y murieron.

El caso, y ahí llega la "divertida" y valiente crítica que se permite la serie , es que cuando llega la policía no deja de interrogar a Rip sobre cómo y en qué circunstancias mató al oso, si fue en legítima defensa o se trataba del acto premeditado de un cazador furtivo. Rip, sorprendido por el exhaustivo  interrogatorio sobre la muerte del oso, le recuerda al agente de la ley que había dos personas muertas en el fondo del acantilado. Y el policía le responde:

"Nadie se va acordar de esos dos turistas muertos, pero mañana mismo habrá 10.000 veganos pidiendo explicaciones al Congreso sobre la muerte del oso". 

En serio, ¿cómo no querer a esta serie? Todo un soplo de aire fresco y esperanzador para todos los "fachas" del mundo mundial que estamos hartos del sentimentalismo posmoderno, de sus mentiras y de su cinismo sectario.

RETORNO A LOS CLÁSICOS

Yellowstone es un neo-western a través del cual se "critica sutilmente" a la América actual y al ñoño-sentimentalismo progre, pero, además, es una serie que recupera lo mejor del western clásico; rescata y reivindica los valores tradicionales de antaño y vuelve a plantear, de manera vital y realista, los sempiternos problemas que surgen entre el hombre y su relación con la Naturaleza, y, sobre todo, los conflictos entre hombres, entre diferentes "clases de personas"..

En cuanto comencé a ver Yellowstone me pareció estar frente a una nueva versión de la ya clásica "Leyendas de pasión", pero también he ido descubriendo conexiones con otros westerns, como "Horizontes de grandeza" y "Río Rojo", donde se plantean las relaciones siempre difíciles entre los patriarcas de turno y sus "hijos adoptivos". En este sentido, el vaquero Rip, acogido por Dutton cuando éste era un niño, es el análogo de Matt (Montgomery Clift) en "Río Rojo" y es una copia casi exacta de Steve (Charlton Heston) en "Horizontes de grandeza". Estos "hijos adoptivos", rescatados de la pobreza o de graves circunstancias adversas, se convierten en valientes hombres duros al llegar a la edad adulta, y siempre desempeñan el papel de leales y obedientes "personas de confianza"; suelen simbolizar, en definitiva, al "hijo ideal" que el patriarca hubiese deseado que naciera de su propia simiente y fuese "sangre de su sangre".

En otra gran película con "aires de western", "Con él llegó el escándalo", George Peppard volvió a desempeñar el rol de "hijo adoptivo" (aunque en realidad era el hijo bastardo no reconocido del patriarca Robert Mitchum). Una vez más, el "hijo adoptivo" no solo se mostraba independiente, fuerte y leal, sino que tenía como misión encomendada, además de cuidar del rancho y/o propiedades del "padre" , educar, proteger y guiar a los "hijos naturales" de éste. 

Los hijos adoptivos deben cuidar de los "hijos naturales", que siempre son débiles, en exceso mansos y "civilizados", como sucedía en "Horizontes de grandeza", donde un timorato Gregory Peck se convertía en el refinado "hijo adoptivo" de "El Mayor" al prometerse con su hija. También sucedía en "Con él llegó el escándalo", donde George Hamilton, el "hijo natural" de Mitchum, debía aprender a hacerse un hombre con la ayuda de su "hermano adoptado". Y vuelve a suceder en "Yellowstone" donde vemos cómo Rip, el vaquero de confianza adoptado por Dutton cuando era un niño, deberá apoyar y enseñar al hijo natural (Kayce) a ser un buen capataz.

"Yellowstone" también vuelve a insistir en la importancia de la tierra (tema clave en el western clásico); tierra entendida como patria (la tierra de los padres), el lugar donde nacen y mueren las sucesivas generaciones que lo habitan, lo trabajan y lo protegen. Así, ya en el primer capítulo, Dutton enterrará a su primogénito en sus tierras, donde también yacía su difunta esposa. Todo pertenece a la tierra y se queda en la tierra. Y, como en todos los westerns clásicos, la familia permanece siempre unida, incluso tras la muerte, a través de la religación entre espíritu (fe en Dios) y materia (tierra). Esta religiosidad material, que impregna y dota de alma al western clásico, también está muy presente en Yellowstone.

Será la tierra, precisamente, la que generará un grave conflicto de intereses entre Dutton y quienes pretenderán arrebatársela para anexionarla a una reserva india o para construir una gran zona de ocio. Este conflicto dará lugar a un interesante diálogo, entre Dutton y un magnate de los negocios, sobre el "derecho" a la tierra. El hombre de negocios le dirá al ranchero Dutton que todos tenían "derecho" a estar allí. Pero Dutton le replicará que no, que nadie tenía ningún "derecho", sino que el derecho se tenía que ganar.

Un diálogo parecido sobre el "derecho a la tierra" tenía lugar en "Río Rojo", cuando Ducson (curiosamente nombre muy parecido a Dutton) decidía imponer la ley del más fuerte (él) para apropiarse de unas grandes extensiones de territorios que pertenecían a México y anteriormente habían pertenecido al reino de las Españas.

EL western clásico entiende que la tierra, junto a la familia, es el bien más preciado que tiene un hombre. Y por eso, un hombre que se precie de serlo debe estar siempre dispuesto a luchar para defender la patria (la tierra de los padres). Esta idea central, la tierra como capa basal necesaria para desarrollar un proyecto vital y familiar es la que subyace también en la magnífica "Leyendas de pasión".

LEYENDAS DE PASIÓN

A pesar de todas las conexiones de Yellowstone con el western clásico, no he podido evitar ver, como ya he señalado en el propio título de esta reflexión, las grandes semejanzas de esta serie con la magnífica película "Leyendas de pasión".

Se repite en "Yellowstone" la misma idea nuclear presente en todas las tramas que se suceden en "Leyendas de pasión": la tierra y la familia ante todo y "contra todos". Volveré más tarde a esta idea central presente en ambas ficciones cinematográficas. 

A continuación, pero, señalaré las coincidencias, más que evidentes, que podemos observar entre las dos familias rancheras.

Los hijos

El patriarca de "Leyendas de pasión" (genial Anthony Hopkins) es padre de tres chicos varones, igual que Dutton (Costner). Pero es que, además, cada uno de los hijos varones de Hopkins se corresponde, sin duda, con un mismo perfil psicológico que también presentan los hijos de Dutton. 

En ambas tramas, uno de los hijos muere al poco de ser presentado a los telespectadores, porque de lo que se trata, desde un principio, es de eliminar la figura equidistante (sin chicha ni limoná)  para dejar el protagonismo a las dos personalidades antagónicas: el rebelde (bárbaro) vs el obediente (civilizado); dos modos de ser o conciencias antagónicas que deberán tomar partido en la lucha constante por defender la tierra y ganarse el afecto y la confianza del padre.

El mayor protagonismo recae, en ambas producciones, en los "hijos rebeldes": Tristan (Brad Pitt) en "Leyendas de pasión" y Kayce (Luke Grimes) en "Yellowstone". Los parecidos entre ambos personajes no son solo evidentes en el plano psicológico (rebeldes, independientes y obstinados), sino también en el estético (imagen descuidada y cabello largo). Y, además, y por si fuera poco, los parecidos también se dan en el plano sentimental, pues ambos se casan con indias y tienen hijos mestizos.

Después, en un segundo plano, están los hijos civilizados, Aidan Quin en "Leyendas de pasión" y Wes Bentley en "Yellowston", ambos dedicados a la política; ambos refinados y cultos, los dos interesados más en sus carreras personales que en la defensa de la familia y la tierra.

La única diferencia entre "Leyendas de pasión" y "Yellowstone", en cuanto a hijos se refiere, la aporta la presencia femenina de la hija de Dutton (maravillosa "Kelly Reilly), que será un "híbrido" entre sus dos hermanos; una hermosa mujer, culta y experta en leyes (como Bentley), pero al tiempo salvaje y atormentada (como Grimes). Sin embargo, también podría considerarse que Julia Ormond hace las veces de hija adoptiva en "Leyendas de pasión", con lo cual la correspondencia entre los personajes de una y otra ficción seria total.

Las hijas

Las protagonistas femeninas, Susannah (Ormond) y Beth (Reilly), muestran, sin embargo, perfiles psicológicos muy diferentes, aunque ambas comparten los rasgos propios de una personalidad desajustada que les generará sufrimiento y las abocará al suicidio. 

Susannah, de hecho, acabó suicidándose en "Leyendas de pasión", mientras que Beth opta por la vía lenta de la autodestrucción personal, dándose a la bebida y mostrándose orgullosamente promiscua. Ambas mujeres son "hijas de su tiempo", por lo que Susannah, al vivir en una sociedad excesivamente victoriana y poco "feminista", solo pudo languidecer y deprimirse hasta decidir acabar con su vida. Beth, sin embargo, es una mujer hija de las actuales sociedades posmodernas; una mujer fuerte que ha comprendido que "empoderarse" consiste en poder llegar a casa "sola y borracha", como de hecho sucede, en no pocas ocasiones, a lo largo de la serie. Pero la aparente fortaleza de Beth, como suele ocurrir en todos los individuos que buscan liberarse a través de los excesos del sexo y el alcohol, esconde en realidad un ego frágil y atormentado por el pasado; esconde a una mujer insegura de sí misma y que necesita autoafirmarse constantemente, ya sea a través del éxito profesional o "follándose" a quien ella desee. Beth fantasea con el suicidio, llegando en algún capítulo a "encañonarse" con una pistola, dispuesta a acabar con su vida. Pero en realidad son solo "llamadas de auxilio" que pretenden, sobre todo, recuperar el respeto y el afecto paterno. Beth, como ella misma reconoce, lo hace todo por su padre, y le importa una higa el rancho y las tierras. Como ella misma le confesará a su hermano, el día en que su padre muriera ella vendería su parte tranquilamente.

Ambas mujeres, además, no pueden evitar sentirse atraídas por los hombres más rebeldes y malotes, fuertes y duros. Susannah se enamoró perdidamente de Tristan, mientras que Beth, aunque oculta sus sentimientos, se siente profundamente atraída por Rip, el rudo vaquero que su padre adoptó cuando apenas era un crío. El incesto entre hermanos se evita, así, en ambas series, a través de las figuras de los "hijos adoptivos", Susannah en el caso de "Leyendas de pasión" y Rip en "Yellowstone".

LA TIERRA COMO CONFLICTO

Volviendo al tema central de la tierra, tanto en la serie de tv "Yellowstone" como en "Leyendas de pasión" la defensa de la tierra generará graves problemas, no solo frente a terceros que pretenderán hacerla suya, sino entre los miembros de la propia familia. Los miembros de la familia que no lo den todo por la tierra, o que antepongan sus intereses particulares a los del interés familiar común, serán tildados de traidores. Así sucedía en "Leyendas de pasión" y sucede en Yellowstone, donde sus respectivos patriarcas deberán vérselas con hijos que, en vez de darlo todo por la familia, decidirán dedicarse a ellos mismos (a la política).

Resulta harto curioso cómo el western, en general, desprecia la "actividad política", asociándola siempre a individuos débiles y/o idealistas, cuando no corruptos. La película "El hombre que mató a Liberty Valance" (John Ford) nos muestra, en este sentido, a un timorato e idealista leguleyo (estudiante de leyes) que, con el tiempo, devendrá un importante senador de los EEUU. A lo largo de toda la película el leguleyo James Stewart será humillado por sus enemigos (Lee Marvin), pero también será ridiculizado constantemente por el hombre fuerte y rudo apegado a la tierra (John Wayne).

También fue humillado y ridiculizado el "estirado" Gregory Peck , en su  rol de elegante gentleman, en "Horizontes de grandeza; y no solo por su "enemigo natural", el vaquero rudo y fuerte (Charlton Heston), sino por su propia prometida, que le echará en cara su poca hombría, llegando a considerarle un cobarde.

No, en el buen western no se perdona la debilidad, no se admiten "idealismos sentimentales"; no se toleran a los miembros de la familia que deciden "no mancharse las manos" para dedicarse a las leyes y/o la política. En "Leyendas de pasión", el hijo que optó por dedicarse a la política (Aidan Quin) solo fue perdonado por el inflexible patriarca (Hopkins) cuando decidió coger el winchester, como Dios manda, para participar activamente en la defensa de la tierra y la familia. De manera parecida, en Yellowstone, Jamie, el hijo de Dutton con aspiraciones políticas, será estigmatizado y rechazado por traidor (por haber ido contra los intereses familiares por despecho); pero, sobre todo, será castigado y duramente humillado por su hermana Beth, la cual no solo se burlará de su falta de hombría y su manifiesta cobardía, sino que incluso llegará a agredirle verbal y físicamente. Para redimirse, Jamie será expulsado del hogar familiar (paraíso) y deberá comenzar a ganarse el pan con el sudor de su frente, trabajando en el rancho como un peón más, viviendo en el barracón junto a los demás vaqueros.

La tierra precisa de hombres rudos y fuertes, noble y leales, trabajadores y sacrificados; la tierra es en sí misma y constitutivamente "facha" (conservadora y tradicional), pues no puede permitirse ninguna debilidad. El western sabe esta cruda verdad y no titubea a la hora de mostrárnosla. En Yellowstone, por ejemplo, incluso la exuberante Beth (Kelly Reilly) es "más hombre", fuerte y ruda, que muchos hombres; bebe como un cosaco, folla como una meretriz sin complejos y pega ostias como panes.

Beth es una "igual entre iguales", una mujer inteligente y empoderada que no necesita ejercer de vulgar femimarxista para defender sus derechos. Beth es una mujer de la tierra y de los "suyos", de su familia y para su familia.


4 comentarios:

  1. Apreciado amigo

    He dejado unos dias aparcado mis comentarios, tanto por vacaciones, como por las urgencias del retorno al despacho, pero me ha servido para encontrar un entramado que soportara mi opinion

    El soporte es un comentario, extraido de un articulos de www.disidentia.com de Javier Echevarria el cual indicaba cual era la relaccion entre el mundo material y el social

    Al principio las sociedades estaban ligadas a la tierra, y la sociedad era la familia y el clan. Despues de se derivo al mundo de la ciudad y de ahi la organizacion era empresa o estado

    El siguiente desarrollo, dejaremos los comentarios para otro dia, es el nuevo advenimiento...del mundo informativo y virtual

    Su lectura, aun siendo un simple comentario, fue clarificadora ya que flaco favor le hace al personaje de Gregory Peck, un marino retirado ( Horizontes de grandeza fue rodada 6 años despues de el mundo en sus manos, curioso detalle ) que quiere matrimoniar con la hija del terrateniente del medio oeste, ya que el dilema que se expone es la diferencia entre la Tierra, que te absorve y que obliga a la lucha, y el mundo representado por el marino que ha cruzado los mares y se orienta, a caballo, por las estrellas y que como hombre elige, y elige a la mujer, que personaje de mujer empoderada hasta con pantalones, interpretado por Jean Simmons en esa magnifica escena en la que el le cuenta la apuesta de los tiburones y ella el ataque de los indios

    En esa pelicula se enfrentan los dos mundos citados y el ganador es el marino, el que cruza el mundo siendo quien es, y representando un papel, el de petimetre que se desvela a Jean Simmons como un actor

    Le faltaba otra pelicula por comentar, no esta en el Oeste, pero es que es sublime: El hombre tranquilo. Que personajes, todos ellos. Wayne que vuelve a la tierra en donde nacio y se enamora de quien no debe, y mas aun cuando le compra su casa a la viuda. Pero sogretodo el personaje del casamentero. Nadie ha unido en una pelicula y en personaje lo que es tradicion y uso social

    Y que escena cuando le pide al cuñao las 200 guineas o le devuelve a la mujer alegando.........que son sus costumbres y no las suyas

    En fin, que el dilema no esta en la Tierra, el dilema esta en la sociedad, y los que no somos " hijos de la tierra", debemos defender nuestros caminos, nuestros mares, debemos defender sociedades abiertas............pero aprendiendo de Wayne, que nada se tiene si no se respeta usos sociales y costumbres, es decir cultura, civilizacion

    Saludos dominicales

    Jose

    Se

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  2. Hola José

    Efectivamente, a la genial "Horizontes de grandeza" se le podría sacar mucha punta. Pero en esta ocasión la cité, tan solo, para reforzar una de las ideas más recurrentes en el western tradicional, también presente en Yellowstone: la figura del hijo adoptivo. En el caso de "Horizontes de grandeza" Charlton Heston era el hijo adoptivo de "el Mayor" y Gregory Peck su contrapunto.

    La lectura que haces del personaje de Peck es correcta. Nada que objetar.
    El dilema que se plantea en Yellowstone, sin embargo, es el sempiterno problema entre conciencias: derechos individuales vs derechos colectivos.
    Lo que defiende Dutton (Costner) es el derecho a la propiedad privada; el derecho a defender la "tierra de sus padres", no solo de los intereses privados (grandes compañías de negocios) sino también de los intereses (derechos colectivos) del Estado, que también contempla la posibilidad de expropiar sus tierras.
    Un saludo cordial

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  3. Buenas noches

    No habia tenido en cuenta su apreciacion, sino sencillamente el desarrollo del drama, que es la acogida del viajero ( Peck ) o del extranjero que retorna a las raices ( Wayne ), y como se desarrolla el conflicto entre el hombre, el heroe, y el entorno social, mas duro aun que la misma naturaleza ( Peck cuando se pierde encuentra el camino sin despeinarse )

    Ese punto de vista era el que mas queria reflejar, tanto por mi vision como porque en mi vida personal, expatriado en el extranjero, dichos personajes, Peck el marino sin hogar, y Wayne el forastero en su casa, tienen mi comprension personal, ya que por ser expatriado por motivos profesionaes ( forastero en dos mundos ) creo entenderles a ambos dos

    Saludos y buen fin de semana

    Jose

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  4. Como ya dije, se le podría sacar mucha punta a las películas que cité, por eso son grandes clásicos imperecederos. Y Sí, todos somos la suma de un Yo y unas circunstancias.
    Un saludo José.

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