lunes, 18 de febrero de 2019
Razón supremacista vs razón democrática (crítica a Gustavo Bueno)
INTRODUCCIÓN
El Antiguo Régimen fue un sistema socio-político injusto que aceptaba las desigualdades sociales (sociedad estamental) y concentraba todos los poderes en las figuras de un monarca absolutista y la Iglesia. Fue un sistema fundamentado en una razón supremacista legitimada y justificada por designio divino.
Gustavo Bueno, en su libro “El mito de la izquierda”, consideró que fue en el año 1789, con el derrocamiento del Antiguo Régimen (a partir de ahora AR), cuando apareció la nación política y con ésta aparecieron las “izquierdas”, seis generaciones de izquierdas que se definirían a lo largo de la historia por su oposición al AR.
Pero me gustaría señalar, aunque resulte una obviedad, que estas primeras izquierdas, que defendieron la igualdad a través de la razón ilustrada, fueron izquierdas liberales que, no lo olvidemos, lograron la igualdad jurídica entre ciudadanos a través de leyes que emanaban de Estados democráticos y de Derecho.
TERMINOLOGÍA CONCEPTUAL en “El mito de la izquierda” de Gustavo Bueno.
Gustavo Bueno, en su libro “El mito de la izquierda”, distinguió 6 generaciones de izquierdas definidas:
1ª -Izquierda jacobina: republicana y nacional.
2ª- Izquierda liberal: nacional pero no necesariamente republicana.
3ª- Anarquismo: surgió en la I Internacional y fue contrario al Estado-Nación (prescindirá del Estado operativo). Sus parámetros no fueron reales sino idealistas, pero su proyecto libertario y universal realizó una reconstrucción de la historia a través de una racionalidad holizada (concepto clave, como veremos más adelante, para considerarlo dentro del grupo de las “izquierdas definidas”).
4ª- Socialdemocracia: aparecerá en la II Internacional y recuperará el proyecto del Estado nacional.
5ª- Comunismo: emergió en la III Internacional y apostó por una “patria socialista” internacional con aspiración de universalidad.
6ª -Maoísmo: se dio en China y fue, de hecho, un particularismo comunista.
NACIMIENTO DE LA IZQUIERDA
Gustavo Bueno consideró que la izquierda nació espacial e ideológicamente con la culminación de la Revolución Francesa (1789); una revolución que posibilitó, a su vez, el nacimiento de la nación política. La izquierda lo es, precisamente, porque durante las asambleas revolucionarias quienes defendieron los postulados igualitarios (contrarios al Antiguo Régimen) se sentaron (se ubicaron espacialmente) a la izquierda de la cámara.
La derecha, por tanto, también quedó definida espacial e ideológicamente, como contraria a aceptar el Nuevo Régimen que representaba la nueva nación política constituida por ciudadanos libres e iguales.
Las dos ideas fundamentales que defenderán, desde entonces, las izquierdas serán la igualdad y la razón: la búsqueda del igualitarismo (igualdad entre ciudadanos) a través del uso de una racionalidad holizadora (transformadora).
Igualitarismo: no debe entenderse como búsqueda de un “igualitarismo utópico” sino como búsqueda de igualdad jurídica (primeras izquierdas) e igualdad social (izquierdas posteriores).
Racionalidad holizadora: consistirá en categorizar la historia (racionalizarla) a través de la lógica para explicar las transformaciones sociales como la que tuvo lugar, por ejemplo, durante la Revolución francesa, cuando el AR devino nación política compuesta por individuos iguales entre sí (ciudadanos).
* Matiz importante: según Gustavo Bueno la razón de la izquierda debe definirse siempre desde la razón científica, evitando así “esencialismos” metafísicos.
NACIÓN POLÍTICA
La nación política, como ya se ha dicho, surgió de un Estado pre-existente; surgió del Estado del Antiguo Régimen, en el 1789 y como consecuencia de la transformación del AR en un Estado-Nación. La nación política no se definirá desde la biología (dónde se nace) ni desde la etnia (raza) ni desde rasgos históricos-culturales, pues es una república laica de ciudadanos. Así pues, el primer parámetro o idea funcional de la izquierda, su primer valor, será ser una izquierda política, por fuer nacional y republicana. Más tarde, a través de un proceso de racionalidad holizadora, las primeras izquierdas se cuestionarán la idea de Estado y elaborarán proyectos sin Estado (anarquismo) o el proyecto de un Estado inter-nacional (marxismo). De hecho, el socialismo es anterior al marxismo, pero será la ideología marxista la que dará forma a un socialismo-estatal.
TESIS que defenderé:
“Sin liberalismo solo hay diferentes formas de supremacismos ideológicos”
Desde el momento en que desaparece el AR y se acepta la igualdad jurídica entre ciudadanos, desaparece, de facto, el supremacismo inherente a la monarquía absolutista, es decir, desaparece la creencia, sustentada por el sistema político-social del AR, de que la desigualdad entre los hombres provenía del designio divino. La derrota de este primer “supremacismo” supuso el triunfo de la RAZÓN.
Sin embargo, como hoy sabemos, el concepto ideológico que es la Razón Ilustrada también puede mutar en “razón supremacista”, es decir, puede erigirse en verdad incuestionable y absoluta, sobre todo si adopta los ropajes de la “razón científica”. Esto ya supo verlo la Escuela de Frankfurt (Horkheimer y Adorno).
Voy a defender una osada tesis, según la cual sería supremacista cualquier ideología que, a pesar de defender una sociedad de ciudadanos iguales a través de una racionalidad holizadora, se erigiese, para ello, en única y verdadera conciencia, es decir, mutara en supremacismo ideológico análogo al del AR.
Así pues, yo no clasificaría las ideologías surgidas tras el AR como “izquierdas definidas” o “izquierdas indefinidas”. No lo haría en base al posicionamiento espacial que ocuparon los revolucionarios y defensores del AR durante la Revolución Francesa. Dicha clasificación, por más que pretenda “definir”, y como reconoce el propio Bueno, es una “pregunta ontológica” que no ayuda en el momento actual a identificar de forma clara quiénes son los verdaderos enemigos de la libertad. Así, los fascistas siempre seguirán siendo “los otros”, porque siempre habrá una izquierda más a la izquierda que su predecesora.
PROPUESTA DE CLASIFICACIÓN
Yo propondría corregir la clasificación taxonómica de Gustavo Bueno de esta manera, respetando el orden cronológico, pero sin referirme en absoluto al concepto “izquierda”, diferenciando, así, a los sistemas e ideologías sustentados en razones supremacistas de aquellos otros constituidos por razones democráticas (humildes ontológicamente).
La clasificación sería la siguiente:
1- Supremacismo del AR
2- Liberalismo
3- Anarquismo
4- Socialdemocracia
5- Supremacismo marxista, del cual surgirán tres ideologías que, a su vez, compartirán semejanzas y diferencias:
-Supremacismo comunista
-Supremacismo fascista
-Supremacismo nacionalsocialista.
Obsérvese que solo el liberalismo, el anarquismo y la socialdemocracia, además de otras formas híbridas como el socioliberalismo, no atentan contra las libertades de los ciudadanos en aras de perseguir utópicos fines últimos.
El supremacismo del Antiguo Régimen, por ser el único que emanó directamente de la Gracia Divina (Dios), no necesitó justificarse a sí mismo. Sin embargo, los demás supremacismos, Todos surgidos a partir de la conciencia marxista, no tuvieron más remedio que justificar sus prepotentes y señoriales conciencias a través de la razón. No importará, en mi opinión, y al contrario de lo que pensara Gustavo Bueno, que dichas razones tuviesen pretensiones “científicas” (marxismo) o se fundamentaran en la tradición y la cultura (fascismo y nacionalsocialismo). En todos los casos la razón fue pervertida, o instrumentalizada (Adorno y Horkheimer), por tal de lograr determinados fines; en todos los casos, por tanto, dichas conciencia pecan de supremacismo al negar al resto de conciencias, es decir, al negar las libertades individuales, pues todas ellas comparten dos fundamentales puntos comunes: son antiliberales y antidemocráticas.
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