martes, 31 de marzo de 2020

MEDITACIONES ORTEGUIANAS (ley de inmersión lingüística en Cataluña)


INTRODUCCIÓN

Vuelve a estar de moda la discusión bizantina que trata de dirimir si la ley de inmersión lingüística garantiza, o no, la adquisición de unas competencias y conocimientos suficientes de lengua española a los niños castellanohablantes de Cataluña.

Nuestros sesudos bizantinos de hoy, como los de otrora, siguen obcecados en averiguar si los ángeles tienen sexo o no; es decir, siguen ocupados en decidir si la ley de inmersión lingüística tiene bondades , o no, que la justifiquen (legitimen).

¿Y a quién le importa si la muerte por guillotina es más o menos dolorosa que cualquier otra si, al cabo, también cercena mi vida, igual que una horca o un certero disparo en el corazón? La ley de inmersión lingüística, como demostraré a continuación, y al margen de sus pretendidas bondades, también “mata” a los individuos, acaba con sus vidas y sus libertades.

LIBERTAD RACIOVITAL VS IMPOSICIÓN IDENTITARIA

Ortega y Gasset escribió un avanzado ensayo, demasiado adelantado a su tiempo, titulado “Meditaciones del Quijote”, donde exponía la inconveniencia de que los individuos, como la filosofía en general, se perdieran en analizar meticulosamente cada árbol (cuestiones particulares) obviando el análisis holístico (global) del bosque. Con el tema de la “ley de inmersión lingüística” nos hemos olvidado del bosque, de la esencia o razón de ser que envuelve a todos y cada uno de los árboles que conforman el bosque español; hemos atendido tan solo a los argumentos, análisis y razonamientos del árbol catalán, como si éste tuviese vida propia y no formara parte de un conjunto biológico (raciovital) más complejo, dentro del territorio español y también del mundo.

El nacionalismo catalán, gracias a las dotes arteras del PSC (partido socialista de Cataluña) nos coló en su día la impositora ley de inmersión língüística, que garantizaba la enseñanza en catalán para todos los niños de Cataluña, relegando la lengua española a un segundo plano que, con el tiempo, ha acabado siendo residual o inexistente en muchas zonas de la Cataluña más profunda y provinciana.

Fue el PSC, no debemos olvidarlo, quien dio forma a una ley tan tramposa como cercenadora de derechos y libertades; fue el sempiterno caballo de Troya del PSC quien rindió a todo el bosque español al pequeño y egocéntrico árbol catalán.
Perpetrado el engaño traicionero, con el beneplácito de una “derecha”  dormida y cómplice cobarde del provincianismo tontiloco, las voces disidentes, desde entonces, solo se han limitado a intentar rebatir los argumentos falaces que pretenden legitimar la razón de ser de dicha ley.

El debate se ha centrado, erróneamente, en intentar “desmontar” o triturar las “bondades” de la ley de inmersión: ¿garantiza la ley de inmersión lingüística, en los alumnos catalanes, la adquisición de competencias en lengua española equivalentes a las competencias del resto de alumnos españoles?

¿Y qué si, realmente, la “ley de inmersión lingüística” garantizara la adquisición de competencias similares a las del resto de niños españoles?

Estamos ante un claro ejemplo de debate planteado como nudo gordiano por parte del “árbol catalán”; un debate tramposo que nos insta a razonar, argumentar y fundamentar por tal de intentar"desatar" el nudo tramposo de la inmersión lingüística.

Tenemos que obligarnos a ver el bosque; debemos denunciar que el nudo de la vergüenza se formuló como una falsa ilusión de alternativas; una falsa alternativa que nos obligaba a elegir entre una "justa" ley de inmersión lingüística o una "fascista" educación bilingüe. Pero ni la inmersión era "justa" ni la educación bilingüe era "fascista". Sin embargo, una vez dentro de la dialéctica tramposa de los impositores, que exigen desatar el nudo aceptando a priori que éste es justo, será imposible deshacerlo.

¿Cómo argumentar contra una ley que a priori, y petición de principio mediante, ya debe considerarse "justa"? Nos dicen que la ley de inmersión lingüística es justa porque garantiza que los niños castellanohablantes adquieran las mismas competencias en lengua española que el resto de niños españoles.
Y, claro, nuestros sesudos bizantinos se lanzan, razón en mano, a desatar tan perverso nudo, argumentando que no, que hay datos falseados y argumentos falaces que ocultan que, en realidad, los niños castellanohablantes en Cataluña obtienen peores resultados en competencias de lengua española.

ANÁLISIS RACIOVITAL (o certero tajo alejandrino)

Si somos lo suficientemente inteligentes (si elegimos bien) sabremos cómo esquivar la trampa del “árbol catalán”, contemplando la grandeza del bosque español en el que éste se encuentra enraizado; sin dejar de considerar el gran ecosistema que es la totalidad del mundo. Debemos aceptar que los tramposos nudos gordianos no se deshacen a golpe de razón, sino con certeros tajos de espada.

La cuestión no es si mi hijo, que estudia en Cataluña sometido a la ley de inmersión lingüística, tendrá más o menos competencias en lengua española que otro niño español. No, este no es el problema vital que se plantea en el bosque que es la vida, tan solo es el diminuto y particularista problema identitario que nos plantea el egocéntrico árbol catalán.

Quienes nos obligamos a tener “altura de miras”, desde que tenemos uso de razón (o leímos a Ortega), sabemos que lo importante es sobrevivir en el gran bosque que es la vida y el mundo, sin doblegarnos a los dictados de pequeños arbolillos endiosados.

Lo natural y vital es que un hijo estudie en la lengua de sus padres; lo orgánico y racional es que un ciudadano pueda comunicarse y formarse en la lengua común de su nación: lo que dicta el pragmatismo y el sentido común es que es mejor dedicar tiempo y esfuerzo a estudiar una lengua universal, con proyección internacional, que una lengua minoritaria que solo pretende saciar los apetitos identitarios de un puñado de tontilocos.
La vida es finita, pues el ser, al cabo, tan solo es tiempo, ser para la muerte. ¿Por qué he de permitir que mi hijo pierda una parte importante de su vida, de su tiempo al cabo, aprendiendo una lengua que se mantiene “viva” artificialmente mediante políticas identitarias lingüísticas que cercenan, además, los derechos y libertades de los ciudadanos?
Me da igual que mi hijo pueda, o no, adquirir las mismas competencias en lengua española que otro niño del resto de España. Lo que no deseo es que mi hijo pierda su tiempo en aprender una lengua inútil que no sirve para NADA, salvo para “sobrevivir” en Cataluña, donde el catalán se ha convertido en una herramienta de coacción institucionalizada para lograr cribar a disidentes y fortalecer la identidad de una “nación” inexistente.

¿A que no hay webs de ofrecer a los padres la posibilidad de poder elegir en qué lengua prefieren que estudien sus hijos?

¿No sería lo más justo que cada ciudadano pudiera elegir libremente cómo gestionar su vida, su futuro y el de sus hijos?

4 comentarios:

  1. Buenos dias

    No voy a comentar su articulo, tan solo me limitare a contar una pequeña historia

    Y la hare conforme a mi observacion de como se mantiene un rebaños de ovejas y cabras en un pais proximo al que habitamos-

    Todos los pastores tienen un rebaño, mas o menos grande, mas o menos mixto, con cabras y ovejas. No hay rebaño idéntico, pero si hay un pastor, o familia de pastores. Algunos con perro, otros no

    Los animales son como son y buscan sus sustento en común, y si alguno tiene mas querencia a ir libre o alejado, se le atan las patas entre si, para limitar sus movimientos. Estos animales siempre acaban siendo los últimos del rebaño, los que cuando llegan a la miserrima pradera de escasos brotes encuentran el lugar ocupado por los otros miembros del rebaño

    Y no se nos olvide que es el pastor quien decide que animal vende o sacrifica el mismo, de forma rutinaria y periodica, porque es el rebaño quien mantiene al pastor, y no su contrario

    Estamos en Domingo de Ramos, y si bien no soy predicador, no olvido que Cristo hablo con parabolas

    Saludos cordiales


    Jose

    ResponderEliminar
  2. Hola José

    Pues sí, su "parábola" resulta harto ilustrativa para entender cómo se controlan, penalizan e incluso sacrifican los díscolos disidentes.

    Hoy, precisamente, he visto a Jesús G. Maestro en YouTube (muy recomendable) reflexionando sobre el carácter cada vez más totalitario que están adquiriendo las "democracias posmodernas"; un carácter represor que está quedando al desnudo merced al Covid-19. Como señalaba Gustavo Bueno, las democracias también pueden mutar en peligrosos fundamentalismos. La democracia española, de hecho, ya hace tiempo que sigue una peligrosa senda totalitaria.

    Un saludo cordial

    ResponderEliminar




  3. Buenos dias

    Le recomiendo por you tube La reunion secreta, del Dr Gaona

    Al Sr Maestro le sigo desde hace tiempo, gracias por su recomendación, pero permitame una reflexión a su comentario. No solo en España, si bien en España hay mas peligro.

    Esto no se si es una guerra, como nos decía Gervasio Sanchez, en un articulo de la anterior semana, pero es que no hay trinchera en donde esconderse, ni cuartel en donde refugiarse. No hablo solo del virus, que del sitio que he retornado se aplica toque de queda, y su incumplimiento son 6 meses de reclusión carcelaria y yo estoy aquí porque me vine en el ultimo avión que salia hacia Paris Orly.


    Saludos cordiales

    Jose

    ResponderEliminar
  4. Hola José

    Tomo nota del Dr. Gaona.

    No, no hay trinchera donde esconderse. Y sí, el miedo se está convirtiendo en la mejor arma para que muchas ovejas rebeldes incluso se estén dejando atar las patas junto a otras disidentes.

    Vamos a vivir la represión perfecta junto a una tormenta perfecta: crisis sanitaria y económica. Y, en breve, también grave crisis política y social.

    Un saludo cordial

    ResponderEliminar