martes, 7 de abril de 2020

EL TÍO JUANILLO (la pseudomoral marxista)


INTRODUCCIÓN

Mi abuelo fue un rojo, y además sindicalista, que pensaba como un rojo y actuaba como un rojo, pero sin haber leído jamás a Marx, como tampoco lo han leído, hoy, la mayoría de los "rojos de boquilla" que pululan por España. Por eso, por ser un díscolo rojeras, al acabar la GC mi abuelo sufrió represalias y fue internado en un campo de prisioneros. Al no demostrarse que hubiese cometido delitos de sangre, fue indultado al cabo de unos años.

Mi abuelo no sabía leer ni escribir. Fue un auténtico hijo de la España profunda que fue adoctrinado desde edad temprana en la moral del resentimiento; en la moral de los desarraigados y desposeídos; en esa suerte de pseudomoral eslava, como la llamó Ortega, que se vanagloriaba de ser la única buena y justa; que se jactaba de no creer en dioses ni en reyes ni en tribunos.
Solía repetir mi abuelo, constantemente, que él era de Jesucristo, verdadero comunista, pero no de Dios. ¡Cómo le hubiese gustado el actual Papa Francisco!

Al carecer de estudios, mi abuelo no disponía de dotes retóricas y dialécticas necesarias para expresar, a través de argumentos y fundamentos, su verdad; la verdad auténtica que se manifestaba y experienciaba en su conciencia de clase. Por ello, cuando mi abuelo deseaba hacerse entender, solía recurrir a los refranes. Pero en muchas ocasiones también solía contar historias, a modo de parábolas, que encerraban grandes verdades.

LA HISTORIA DEL TÍO JUANILLO

Contaba mi abuelo que en su pueblo vivía un individuo, reconocido sindicalista, que siempre se escaqueaba del trabajo. Mientras todos los jornaleros sudaban la gota gorda, el tío Juanillo apenas daba palo al agua. Cuando algún compañero le advertía de la presencia cercana de algún capataz, el tío Juanillo respondía que daba igual, que mientras le decían algo o tomaban cartas en el asunto, el tiempo ya iba pasando.

Y así, con el paso de los años, también la historia del tío Juanillo y la verdad moral que esta encerraba se convirtieron en refrán:

"¡Cuidado, tío Juanillo, que le están viendo!
Sí (respondía Juanillo) pero el tiempo se va yendo".

Cuando yo era un niño no comprendía la valiosa verdad que encerraba este refrán. Tardé en descubrir la moral, subversiva y transgresora, que subyacía en la conducta del tío Juanillo. No importaba que le pillaran escaqueándose, eludiendo sus deberes y responsabilidades, porque mientras los demás eran esclavos sujetos a leyes, normas y reglas, él había comprendido que solo se trataba de ganar tiempo; se trataba de sobrevivir, como fuese y a costa de lo que fuese, sin pensar que existiese un mañana; sin pensar en las generaciones futuras, menos aún en la pervivencia de verdades esencialistas.

EL CONSUELO DE LOS TONTOS

Leo todos los días (¡qué cruz!) noticias y comentarios que se congratulan de que a los tíos Juanillos de hoy (políticos socialcomunistas) les estén viendo delinquir, zafarse de sus responsabilidades, mentir y falsear la verdad con total descaro. ¡Menudo zasca se ha llevado Pedro Sánchez! ¡Le han cantado las cuarenta a Pablo Iglesias! ¡Han dejado en ridículo a Ábalos! ¡Vaya repaso le ha dado Cayetana Álvarez de Toledo al felón! ¡Cómo ha humillado Arrimadas a Torra! ! ¡Abascal los ha puesto a todos en su sitio!

¿Y qué?
Repito: ¿y qué? A todos los tíos Juanillos de España, que son muchos y de diferentes pelajes, les da igual que les vean, que les pillen mintiendo descaradamente o cruzándose de brazos mientras se vulneran las leyes. Ellos saben que, mientras el tiempo se va yendo, pueden seguir haciendo, destruyendo, corrompiendo, empobreciendo...

El tiempo se acaba, y el señalar las felonías no sirve de nada si no se actúa.

3 comentarios:

  1. Buenos dias

    Ya que esta Ud. granado y dicharachero, supongo que sera por estos días de recogimiento y pasión cristiana, le voy a contar otra historia corta que un amigo decía de su padre

    Su padre, alistado a la fuerza en el llamado bando nacional, y que en la guerra se hizo falangista para comer ( las raciones de comida eran mayores para los falangistas y los legionarios ) decía acabada la guerra y desde su puesto de alcalde, nombrado a dedo, de su pueblo............ " es que los rojos de antes, eran unos señores"

    Saludos


    Jose

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  2. Actuar??

    Ya actua la sociedad dando palmas en los balcones de sus casas todos los dias a las 20.00 horas

    Queremos tios Juanillos, los hemos hecho grandes, y queremos que nos devuelvan los favores, cuando son y lo dire en frances " des n`importe quoi"


    Saludos, desde el " claustro " familiar


    Jose

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    Respuestas
    1. Hola José

      Sí, España es un campo abonado, desde hace mucho tiempo, para que se reproduzcan, crezcan y medren los tíos Juanillos de diferentes pelajes.

      Un saludo.

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