domingo, 19 de abril de 2020

PSICOPOLÍTICA SOCIALCOMUNISTA EN ESPAÑA



INTRODUCCIÓN

Corría el año 1993, unos meses antes de las elecciones que habrían de celebrarse ese mismo año y que acabarían dando la victoria, por mayoría simple, a un PSOE cada vez más desgastado por los casos de corrupción. El socialismo catalán (PSC) estaba nervioso.

Por aquellos días,  ideólogos del PSC de un importante municipio catalán (feudo de Montilla) convocaban en una improvisada reunión a los trabajadores (familiares y allegados de diferentes cargos municipales) de una empresa municipal; también fuimos invitados los trabajadores en prácticas, entre los cuales me encontraba.

PSICOLOGÍA APLICADA A LA POLÍTICA

Los preocupados estrategas socialistas alertaron sobre el peligro de que, por primera vez desde la caída de la UCD, la derechona de Aznar pudiera alcanzar el poder. Las encuestas auguraban, como de hecho sucedió, un crecimiento espectacular del PP. La intelligentsia de Montilla, preocupada, aseguraba que, de ganar la derecha fascista, se eliminarían los entramados clientelares, alimentados con fondos de la UE, que daban trabajo a todos los presentes en aquella pedagógica reunión.

La consigna era clara: había que negar el peligro real (posible victoria de Aznar) y mostrar un falso optimismo de cara a la galería para no contagiar a la ciudadanía de trágicos sentimientos derrotistas.

El señor X (cuyo nombre mantendré en el anonimato) nos explicó que en política lo importante no eran los hechos (los sucesos reales) sino las percepciones (sentimientos y emociones) que de la realidad tenga la generalidad de la ciudadanía. Si le hacemos creer a las ciudadanía, proseguía el Señor X, que no hay crisis, entonces la gente no temerá gastar, no se dedicará a ahorrar por miedo, y así, paradójicamente, se reactivará la economía y se desvanecerá la posibilidad de que aparezca una crisis real.

CRISIS DEL 2008 Y CRISIS DE 2020 (coronavirus)

Esta estrategia basada en el pensamiento sensible (psicodramas, victimismo instrumental, negación de la realidad de los hechos...)  fue la misma que llevó a la práctica Zapatero cuando, con un jeto del 40, negó la crisis de 2008 (con la ayuda inestimable del mamporrero Pedro Solbes) que sumió a España en la miseria durante casi una década.
Esta estrategia psicopolítica, consistente en negar la realidad de los hechos, es la que continúa poniendo en práctica Pedro Sánchez. Nada es lo que es. Los hábiles ideólogos decidirán qué es la realidad, sirviéndose de medios de información (“tensionadores”) y de psicodramas estéticos (tomar las calles), para moldear y manipular a la opinión pública.
Se trata de crear una opinión pública que se sienta víctima (el machismo mata más que el coronavirus, VOX es fascista, los españolistas son colonos en Cataluña…), para, así, gobernar de acuerdo a las demandas y reivindicaciones de dicha opinión pública.
Los sofistas socialistas han entendido que gobernar consiste en hacer coincidir las políticas de Estado con las demandas de las minorías agraviadas, y por ello se encargan, primero, de crear una opinión pública a imagen y semejanza de sus intereses de partido.
Desde el año 1993, que yo tenga constancia, el socialismo español viene siguiendo la misma estrategia, sin despeinarse. Y ahora, además, peligrosamente podemizado y bolchevizado.

CONCLUSIÓN

España es el país de Europa con más muertes debidas al coronavirus. Todavía no hay un plan sanitario solvente y bien organizado para permitir una salida escalonada del confinamiento (más propio de un estado de excepción). Se está destruyendo la economía cada día que pasa, y Sánchez solo sabe llamar a la puerta del BCE y prometer a los españoles que el maná caerá del cielo (rentas mínimas de subsistencia). Ni una sola acción de choque liberal para descongestionar la burocracia y dar oxigeno a autónomos y pymes. El FMI y diversos analistas coinciden, además, en que la crisis en España será de las más duras, con una fuerte caída del PIB (más del 10%) y una elevad tasa de paro que superará el 20% de la población. Todo el dolor y el sufrimiento que se avecinan tienen una clara explicación:

Desde hace décadas, las acciones socialistas se han preocupado más de implantar políticas ideológicas (ley de memoria histórica, ley Viogen…) que de articular operativamente un Estado fuerte y eficaz, para mejorar y garantizar la eficacia de los servicios a los ciudadanos (sanidad, educación, información...), y para frenar la desintegración de la nación.
El socialismo español lleva décadas actuando como un cáncer, con el permiso del siempre cobarde y claudicante PP; lleva años dejando que la metástasis de la mediocridad, el cinismo y la mentira, corrompa e infecte la vertebración orgánica del Estado.

La crisis del coronavirus, por tanto, nos ha llegado en el peor momento y con el peor gobierno de toda la historia de la democracia en España. Nos ha llegado un virus altamente letal justo cuando España más débil se encontraba, tanto a nivel económico como sociopolítico.

¿Cuál ha sido la  respuesta del PSOE ante la amenaza del covid-19?

Pues la respuesta ha sido más psicopolítica, la sempiterna estrategia de los socialistas españoles de negar la realidad para crear, artificiosamente, una ficción paralela.

¡Pobre España! 

10 comentarios:

  1. Buenos dias

    El resumen del sr X viene a ser el siguiente: Confunde la realidad, y luego nadie sabra que es la verdad

    Y asi es, tal como esta Ud, y yo mismo viendo. Nada sucede sin que seamos testigos, o actores secundarios de este drama que tenemos en el barrio, en el trabajo, en la familia


    Y lo peor del caso es que asi esta asumido por la ciudadania en su circulo, cerrado antes las evidencias, y absolutamente "a-cientificas", en donde da igual 1 que 1000

    Ha sido Ud muy benevolo con el simple comentario de Pobre España


    Saludos



    Jose

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  2. Hola José

    Confusión de la realidad, sí. Pero para ello hay que CREAR, primero, una realidad alternativa o paralela a la realidad fáctica. O, sencillamente, puede bastar con negar la realidad de los hechos.

    Hace unos días leí un artículo que explicaba cómo el stalinismo prohibió totalmente realizar fotografías sobre "la realidad de los gulags". Decía el autor del artículo que, de hecho, se conservan muy pocas fotografías que puedan mostrar la cruel realidad de los gulags.

    El principio psicopolítico que subyace en dicha ocultación de la realidad es muy básico: lo que no se ve no es. Algo muy parecido a lo que está pretendiendo nuestro golpismo socialcomunista cuando evita que salgan a la luz fotografías de muertos por coronavirus. Lo que no se ve no es.

    Un saludo

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  3. ¿Cómo seguir tu blog? No encuentro la manera de hacerlo. Me encanta. Enhorabuena!

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  4. Hola Ana,

    Gracias por tu reconocimiento. Ya he introducido la herramienta de "seguir".

    Un saludo

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  5. Gracias! Aprendo mucho contigo. Llegué aquí por El Sepulcro de don Quijote. Ahora me estoy leyendo Crítica de la razón cínica. Me está recordando el inicio a las aventuras de Don Quijote con los duques.

    Saludos!

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  6. Hola Ana

    Disfrutarás y aprenderás mucho leyendo "Crítica de la razón cínica". Ya lo verás.

    Un saludo.

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  7. Te felicito por la entrada, Herrgoldmundo. Muestras tener un fino instinto intelectual que te ha permitido atisbar un fenómeno del mundo filosófico y político actual. Es más de lo que yo he podido alcanzar por mi cuenta. Afortunadamente, para eso están los libros: para aprender de pensadores más poderosos que nosotros. En concreto la situación de la que tú describes, con gran acierto, la punta del iceberg es bastante más profunda. Yo he podido descubrirla en el libro de Roger Scruton "Pensadores de la Nueva Izquierda".

    Scruton analiza la situación filosófica desde el Mayo del 68 hasta nuestros días. ¿Qué es lo unifica en el fondo a todos esos pensadores de la Nueva Izquierda, aparte de cobijarse bajo la etiqueta (manto protector en el mundo del pensamiento y la filosófía académica de nuestros días) de ser "izquierdista"? ¿Qué es lo que "unifica" a filósofos tan diversos como Althusser, Habermas o Deleuze, aparentemente tan distintos? Scruton expone varios elementos, pero voy a centrarme solo en aquel que es objeto de tu entrada.

    Allá por los años 1960 ya se vio en las sociedades occidentales que el modelo soviético no era viable, en términos sociales y económicos. La cosa se fue poniendo cada vez más en evidencia cuando cayó el Muro de Berlín en 1989. La fecha es importante para contextualizar la anécdota que nos narras ocurrida en 1993. Pero la ausencia de un proyecto alternativo a la sociedad de economía de mercado, o, como lo expresa Scruton, a "nuestro mundo", tuvo que producir un reajuste del discurso de izquierdas, o, digámoslo con claridad, del discurso marxista. Ya no se podía presentar otro sistema creíble o plausible opuesto a nuestro mundo. Entonces la estrategia derivó hacia un objetivo fundamental: derribar, destruir el sistema existente. Lo que vendría después ya se vería, no conviene decirlo ahora de forma expresa.

    Como has visto muy bien, Herrgoldmundo, la nueva izquierda ha trastocado el esquema de Marx, que se basaba en un mundo real (material) falsificado por una "ideología", y en el mundo de la Nueva Izquierda, ocurre lo contrario: el mundo real, efectivamente existente, pasa a ser lo falso, y la verdadera realidad es la ideología (de izquierdas). Ya lo dices acertadamente en tu entrada: en el mundo de los ideólogos socialistas "nada es lo que es", salvo quizá el sueldo que cobran a fin de mes, ese sí muy real.

    Para que no se note mucho eso y la ausencia de un proyecto social alternativo (que podría ser objeto de debate y crítica, dando al traste con el izquierdismo), los filósofos de la Nueva Izquierda se protegen con su neolengua. Un lenguaje en el que las palabras no se sabe lo que significan, porque, en realidad, no significan nada. Se toman palabras de uso corriente y se las torsiona, se las manipula, hasta que pierden todo su significado natural. O se crean nuevas palabras, como fórmulas mágicas, para designar los delirios especulativos del filósofo de turno.

    Por eso Scruton propone, como arma de ataque del pensamiento "de derechas" la recuperación del lenguaje natural, en suma, desmontar la superchería de la neolengua mediante el sentido común y hablando conforme al lenguaje que tenemos y que nos permite comunicarnos en sociedad y buscar soluciones eficaces a los problemas a los que nos enfrentamos, sea de naturaleza política, profesional, familiar o del orden que sea.

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  8. Hola Jesús

    Sí, lo has visto muy bien. Mis reflexiones filosóficas se inspiran, primero, en intuiciones y experiencias personales. Después las contrasto con las reflexiones y tesis de otros filósofos y pensadores para intentar fundamentarlas con un mínimo de rigor argumentativo.

    No conozco la obra de Scruton, pero a colación de su reciente fallecimiento, varios conocidos me recomendaron leer algunos de sus libros.

    Resulta muy interesante lo que expones sobre Scruton y el “reajuste de la izquierda” tras la caída del muro de Berlín:

    “Ya no se podía presentar otro sistema creíble o plausible opuesto a nuestro mundo. Entonces la estrategia derivó hacia un objetivo fundamental: derribar, destruir el sistema existente. Lo que vendría después ya se vería, no conviene decirlo ahora de forma expresa".

    Pues coincido con Scruton. Está muy claro que nuestras “izquierdas indefinidas” están interesadas en negar la realidad material para, así, hacernos creer en una realidad virtual paralela fundamentada en el pensamiento estético-sensible y en victimismos varios. Han logrado que muchos españoles crean en los mundos de Yupi y que sean rehenes del “Pensamiento Alicia” (Gustavo Bueno).

    La perversión del lenguaje tradicional, a través de una “neolengua” ideológica, resulta evidente, no solo en lo que han dado en llamar “ideología de género”, sino que viene de más atrás. Recuerdo, por ejemplo, que Zapatero se obcecó en llamar “misiones de paz” a lo que, realmente, eran acciones de guerra. Siempre negando, o edulcorando, la realidad. Y lo de llamar a Otegi “hombre de paz” ya fue de traca.

    El problema que se nos presenta, para poder frenar el avance de estas “neolenguas” y las ideologías a las que sirven, es que las izquierdas indefinidas (progres) han tenido el control, durante décadas, del sistema educativo (LOGSE) y de los medios de comunicación, incluso durante los gobiernos del PP (¡increíble¡). Ahora, además, tienen el poder político y son más peligrosos.

    Un saludo cordial

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  9. Pues anímate a leer algo de Roger Scruton. Yo me decidí cuando leí un mensaje en Twitter de Jesús Zamora Bonilla, Decano de la Facultad de Filosofía de la UNED, y no especialmente izquierdista militante, que, a raíz de las noticias de la muerte de Scruton dijo que no había leído nada de él. No lo dijo en el sentido de reconocer una carencia que se dispusiera a corregir de inmediato, sino que más bien pareció que intentaba desacreditar a Scruton, como diciendo: "pues vaya birria de filósofo, que ni siquiera yo lo he leído". El típico comentario para intentar frenar el pequeño "boom" Scruton que se produjo en los periódicos con motivo de su fallecimiento.
    Así están las cosas.
    Un saludo.
    Nota: La traducción de "Pensadores de la Nueva Izquierda" al español es infame. Me arrepiento de no haber comprado en e-book el original inglés, pero también me gusta dar de comer a mi librero.

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  10. Pues sí, yo también fui de los que se enteraron de la existencia de Scruton tras su fallecimiento. Tomo nota de su libro "Pensadores de la Nueva izquierda".
    Creo, sin embargo, que Scruton, como tantos otros pensadores que fueron relegados al olvido, ya nos ha llegado demasiado tarde, a nosotros y a España. España ya ha sido destruida.

    Un saludo.

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